Tras recibir mil solicitudes de mujeres en situación de vulnerabilidad en solo un año, la asamblea de Cruz Roja de Gijón lanzará este mes un proyecto piloto para que las afectadas conozcan sus derechos a la hora de recibir ayudas, se relacionen entre ellas por apoyo emocional y descubran cuáles son sus capacidades. La iniciativa, denominada "Espacio sororo", pretende frenar el auge de peticiones de auxilio registradas el año pasado, 998, doscientas más que las que saldaron el 2018. "Es una prueba más de que la pobreza tiene, como ya sabíamos, cara de mujer. La brecha en el ámbito laboral es cada vez más clara", matiza Mayte Alonso, responsable de las actividades de la asamblea. La presentación oficial del proyecto, que incluirá varias ponencias sobre feminismo y pobreza, se celebrará mañana, a partir de las 17.30 horas, en el Antiguo Instituto.

Según aclara María Meré, trabajadora social de la entidad, la asamblea gijonesa registró el año pasado solicitudes de 1.530 familias que deseaban acogerse a ayudas para grupos vulnerables y en situación de pobreza. De todas ellas, 998 de las firmantes eran mujeres. "El año anterior habían sido 790 y, el anterior, 668, pero las solicitudes firmadas por hombres se mantienen más o menos estables. Algo está fallando", lamenta. El perfil de estas afectadas, que se desgranará mañana, es una mujer de entre 35 y 50 años con cargas familiares y sin pareja, siendo la mayoría españolas. "Esto último es algo que no esperábamos, pero no quiere decir que no haya mujeres migrantes en esta situacion, sino más bien que no están informadas de dónde puden pedir ayuda", concreta.

Alonso añade que "Espacio sororo" -los interesados pueden apuntarse hasta mañana por la mañana si llaman a Cruz Roja Gijón- se organizará en forma de talleres entre este mes y hasta junio: "Si sale bien, seguiremos". Tanto mañana como en todos los talleres se habilitará un servicio gratuito de guardería.