Un gijonés se sentará el banquillo de los acusados esta mañana para responder a un delito contra la salud pública por el que el Ministerio Fiscal solicita cuatro años de cárcel y el pago de una multa de 500 euros después de ser sorprendido vendiendo cocaína y hachís en el barrio del Polígono.

A finales de febrero del año pasado fueron los agentes de la Policía Nacional quienes confirmaron que este individuo se dedicaba al tráfico de drogas. Ya el 4 de marzo interceptaron un pase del acusado a una joven, que compró dos papelinas de cocaína, de 0.85 gramos. Días después, al ser detenido, se le intervinieron otras tres papelinas con 1,47 gramos de cocaína y 40 euros provenientes de la venta de drogas. Durante el registro de su domicilio se incautaron además dos trozos de hachís de 2,29 gramos y otros 700 euros.