El consejero de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático del Principado, Juan Cofiño, vinculó ayer los "repuntes" en la contaminación por benceno que se están registrando en Gijón al proceso de arranque de la nueva batería de coque de ArcelorMittal en Veriña, proceso que el Principado está "monitorizando" junto a la siderúrgica para controlar las emisiones a la atmósfera.

Cofiño hizo esa consideración en la Junta General del Principado, en respuesta a una pregunta de la diputada de Podemos Nuria Rodríguez, sobre los "altísimos" niveles de benceno que está registrando la unidad móvil de control de la contaminación estacionada en El Lauredal, con picos horarios de hasta 17,4 microgramos por metro cúbico de aire, más del triple de la media anual máxima fijada por la UE, que es de 5 microgramos y diez veces más que la media que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 1,7 microgramos.

Cofiño acusó a la diputada de la formación morada de provocar "alarmismo", dado que la media que se está registrando de contaminación por benceno en Gijón es de 0,86 microgramos por metro cúbico de aire, "lejísimos de las exigencias legales de la UE", mientras que los "repuntes" horarios que se han medido en las estaciones de control de la contaminación atmosférica de Gijón apenas están por encima de 1 o 1,5 microgramos por metro cúbico de aire, según el Consejero.

En su turno de réplica, la diputada de Podemos exhibió las mediciones de la unidad móvil del Ayuntamiento en El Lauredal del pasado 28 de febrero, cuando se superaron los 5 microgramos durante siete horas, cinco de ellas seguidas, alcanzando los 17,4 microgramos referidos.

Nuria Rodríguez apuntó que la exposición al benceno causa daños y mutaciones genéticas, abortos, cáncer, daños al sistema inmunológico, alteraciones hematológicas, daños a los huesos, ictus, enfermedades respiratorias, alzhéimer y párkinson. La diputada también hizo referencia a los elevados niveles de otros contaminantes en la zona oeste gijonesa y acusó al consejero de negar el problema.

Cofiño por su parte calificó de "demagogia" mezclar el problema de contaminación en la zona oeste de Gijón, que ha llevado al Principado a elaborar "un plan para atacarlo", con la contaminación por benceno, cuyos niveles no constituyen un problema. "Hay un problema con la contaminación en la zona oeste de Gijón que necesita muchas medidas, pero no lo mezclemos con un problema con el benceno, que no existe", opinó.