El gijonés acusado de tráfico de cocaína y hachís en el barrio del Polígono aceptó ayer dos años de cárcel y el pago de una multa de 500 euros por un delito contra salud pública. Este hombre, que estuvo representado por el abogado Guillermo Calvo, aceptó la rebaja de dos años de cárcel que realizó la fiscal al apreciar la atenuante de drogadicción. Los informes avalan que el acusado estaba influenciado por el consumo de estupefacientes cuando le interceptaron vendiendo papelinas de cocaína en calles del barrio del Polígono.