Aunque el reciente fallecimiento de Santiago Álvarez Seara ha acelerado el nombramiento de José María Fernández Chimeno (Astorga, 1958) como presidente de la Casa de León, el historiador se ha marcado los mismos objetivos que su predecesor: lograr un relevo generacional de sus socios, muchos en la edad de jubilación, captando a a los jóvenes de la provincia vecina que trabajan en Asturias en puestos de alta cualificación. "Tenemos que dar a conocer que nuestra sede es, en esencia, un espacio de encuentro", razona.
- La Casa de León renueva la directiva, pero no el modelo de trabajo. ¿Es así?
-Exacto, asumo la presidencia tras el fallecimiento de Santiago (Álvarez Seara), que venía arrastrando una enfermedad dura desde hace tiempo. Ya el año pasado me nombró presidente interino y, por entonces, habíamos decidido que Santiago pudiese terminar su presidencia la semana pasada, pero falleció 20 días antes y no pudo ser. Trastocó un poco los planes, pero la junta actual es la que él quería que fuese. Yo era a quien él había designado y preparado. Por eso, todo varía muy poco.
- ¿Qué es lo que sí varía?
-Lo único destacado es que nos estamos poniendo las pilas con el tema de la cuota femenina, así que ahora se incorpora una vocal encargada de actividades sociales, Josefina Sarmiento. Será la que tenga más trato con las socias, para recoger sus inquietudes.
- ¿Qué retos se plantea a partir de ahora?
-Bueno, tenemos la suerte de gozar de una buena salud económica desde hace unos 15 años. La gran ventaja es que tenemos el local en propiedad, así que podemos sobrevivir con las subvenciones y las cuotas sociales. El problema que tenemos, eso sí, es la edad.
- No hay un relevo generacional, ¿verdad?
-No, le está pasando a muchas sociedades de Asturias. Los hijos de los socios se han ido de la región o simplemente ya no vienen a la entidad. Cuando empezó todo esto lo normal era que los hijos pequeños de los socios viniesen a participar en sus propias actividades, sobre todo, de teatro y de actos deportivos. Todo eso se ha ido acabando. Pero aunque tengamos una tasa de edad muy elevada, los socios son muy activos. Creo que la gran ventaja es que abrimos todos los días, menos en agosto, así que la mayoría se han acostumbrado a venir todos los días, sobre todo, para leer la prensa y echar una partida de cartas. El objetivo real es ese, que esta sede sea un lugar de encuentro.
- ¿Qué perfil de leonés hay en Asturias?
-Hay dos. Hay un gran grupo de funcionarios trasladados por su empresa pero con garantías, como empleados de Correos o Telefónica, y luego otro gran sector de leoneses que vinieron casi con lo puesto y acabaron haciendo fortuna con sus propios negocios. El leonés es emprendedor; vino a tener éxito, no a vivir de subsidios.
- ¿Y los jóvenes?
-Ahora vienen leoneses muy bien formados y muy cotizados en su sector. Sabemos que hay muchos treintañeros de este grupo, aunque no se hayan acercado todavía a la casa. Esperamos que lo hagan pronto.
