Opinar en internet sobre restaurantes y lugares de interés es una práctica cada vez más en boga entre los usuarios de determinados portales digitales. Las opiniones son útiles a la hora de seleccionar un lugar al que acudir en una jornada de descanso, para cribar las diferentes opciones que las ciudades ofrecen a sus comensales. Gijón no es la excepción. La Villa de Jovellanos posee una lista casi interminable de buenos restaurantes en los que pasar un buen rato y por un buen precio. Claro, que también hay otros, que, a juzgar por lo que dicen los que los han probado, mejor tenerlos lejos.

Es el caso de uno de los peores restaurantes de Gijón que acumula opinión negativa tras opinión negativa. Tanto, que hasta una usuaria que acudió recientemente a ese lugar solicitó la intervención inmediata de Alberto Chicote, el famoso chef del programa "Pesadilla en la Cocina", que, por cierto, emitió recientemente un programa grabado en una conocida sidrería de Gijón (aquí te contamos cómo fue el famoso episodio). En concreto, esta usuaria dijo: "Mala, mala, muy mala. No volvería nunca. Comida basura, no se la daría ni a un perro. A este sitio tendría que venir Chicote".

Lo cierto es que el restaurante reúne una ristra de malas valoraciones. Casi todas tienen que ver con la calidad de la comida. Como otra cliente que dejó bien a las claras que el sitio, lo que se dice agradar, no le agradó demasiado. Y es que su plato de escalopines venía con sorpresa. "Los escalopines traen como regalo un largo pelo dentro del rebozado", apuntó. Aunque la clientela también critica con vehemencia el tiempo de espera para ser atendidos. Así lo dejó claro un comensal que acudió el pasado verano al restaurante. "Puedes envejecer hasta que te atiendan y estar más de 2 horas para comer un menú del día".

Pero como hay opiniones para todos los gustos. También hay usuarios que han declarado que el sitio no está tan mal. "Siempre elegimos esta terraza cada vez que vemos un rayo de Sol, nos encanta ir a tomar unas sidras y comer o cenar", concretó una persona a la que uno de los peores restaurantes de Gijón, según las críticas, no le desagrada tanto.