"He llorado escribiendo este libro", les confesó ayer el escritor Nando López (Barcelona, 1977) a los alumnos de cuarto curso de la ESO del Instituto Jovellanos. El libro es su última novela, "Nadie nos oye", en la que se abordan cuestiones como la importancia de los espacios públicos en la educación, la igualdad como concepto transversal y la importancia del diálogo.

"En ella se trata la violencia machista, la homofobia en el mundo del deporte y cómo la adolescencia actual se siente ignorada por los adultos", sostiene López, seguro de que "no se está prestando la atención necesaria a la adolescencia y ese es un problema real". "Es la gran olvidada por ejemplo desde la cultura", denuncia. El novelista advierte de que "tenemos una cultura más enfocada hacia los niños y hacia los adultos, mientras que la adolescencia se queda en tierra de nadie", cuando "por suerte en España tenemos muy buenos escritores de literatura juvenil, y tenemos que darle más cabida en los medios para que llegue a ellos".

Porque, como defendió López ante los escolares, "los libros en esta edad ayudan a tener referentes, a cuestionarse cosas y a sentirse menos solos". Por eso, el mensaje que quiso lanzar ayer es el de que "tenéis que hablar, el silencio genera heridas, crea discriminación, fomenta la violencia", enumeró. Y ante una situación violenta como la que se relata en el libro (un adolescente aparece muerto por una paliza) "lo que tenemos que hacer es intervenir, hablar, denunciar". Porque "esta es una generación que tiene miedo a hablar, en la adolescencia tenemos miedo a que nos vean, nos obsesiona encajar, la aceptación del grupo". Y esta novela está escrita precisamente para "que aprendan a ser como quieran ser, que no tengan miedo, para poner en valor la identidad, para no tener miedo nunca a ser quien eres y a ser como eres".

La jornada dedicada a la literatura se completó en el Jovellanos con una yinkana para encontrar citas de diferentes libros escondidas por centro, con el reto de averiguar a qué obra pertenecen. Y para hacer de la biblioteca un lugar cada vez más amigable.