El coronavirus se come el oricio. El primer día de las Jornadas Gastronómicas fue ayer flojo para las 20 sidrerías participantes en el certamen dedicado al manjar del mar, que no se canceló pese al estado de alarma. Locales prácticamente vacíos y en general poca venta de los menús dedicados al preciado alimento asturiano disgustaron ayer a los hosteleros, que barruntaban el cierre de sus establecimientos por la pandemia de COVID-19 más pronto que tarde. "No he vendido ni un solo menú", lamentaba Adolfo Álvarez, propietario de una sidrería, ayer al mediodía.

El Gobierno decretó el estado de alarma para frenar la propagación del virus a las 15.30 horas, pero la clientela de los establecimientos ya estaba en prealerta mucho antes de ponerse frente al plato. El miedo al virus se ha dejado notar en las sidrerías participantes en las jornadas, muchas de ellas con poca clientela. Era el caso de una que está ubicada en Cimadevilla, donde no había un alma a la hora de comer. "Hemos vendido cuatro o cinco menús del día. Las jornadas eran una buena idea, pero el coronavirus se las ha llevado por delante. Estar abiertos así es igual que ya estar cerrados", manifestaba David Tejerina, el encargado.

Otro de los 20 locales que participan hasta el 22 de marzo en las jornadas barajaba ayer adelantar sus vacaciones a la próxima semana por la crisis del coronavirus. "Solemos irnos siempre a finales de marzo, pero lo vamos a adelantar", concretaba Joaquín Ordieres, el responsable del local. "Solo hemos vendido cuatro menús a la hora de comer", añadía.

La psicosis por la enfermedad ha provocado un aluvión de cancelaciones. "Hemos perdido en un solo día 58 reservas", añadía Ordieres. Lo mismo le sucede a otros locales. "Regentamos un hotel y ha habido muchas cancelaciones", agregaba Vega. En otro establecimiento, se dieron situaciones surrealistas que ejemplifican el momento que atraviesa el país. "Tenemos dos salas de comedor y en una estornudó un cliente. Hubo otros comensales que directamente se levantaron y se fueron", certificaba Adolfo Álvarez, que asume que tarde o temprano tendrá que echar el cierre. "Estoy completamente seguro de que no vamos a durar ni una semana abiertos", zanjaba el dueño.

Al momento del cierre de esta edición, la Asociación de Hostelería y Turismo en Asturias, organizadores de la jornadas, esperaba acontecimientos para suspender definitivamente las Jornadas Gastronómicas del Oricio.