Un equipo de expertos compuesto por tres investigadores de la Universidad de Oviedo, siete puntos de recogida de muestras diseminadas tanto por la zona de aguas continentales como litorales y un calendario de trabajo de ocho meses, que empezará en abril si las excepcionales circunstancias que ahora se viven por la crisis sanitaria lo permiten y se prolongará hasta noviembre. Estas son las claves d el nuevo estudio que sobre la presencia de cianobacterias en el río Piles se impulsa desde la concejalía de Medio Ambiente, que lidera el edil Aurelio Martín, a partir de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Gijón y la Universidad de Oviedo.

Tanto técnicos municipales como una empresa contratada para ello de manera específica han realizado en los últimos meses analíticas, estudios y hasta un plan de acción para intentar controlar el alto nivel de contaminación del río Piles y su afectación sobre la playa de San Lorenzo. Ahora lo que se busca es hacer un seguimiento de todo el ciclo biológico de las bacterias y determinar en un trabajo posterior en el laboratorio " las especies presentes y su cuantificación volumétrica, así como evaluar su toxicidad y concluir el nivel de riesgos para la población". El objetivo es tener los datos más fiables y actualizados para afinar lo más posible las medidas a tomar de cara a controlar la situación del río y de la playa.

Sobre la mesa ya hay un trabajo de control de todas las instalaciones públicas y privadas en la parte baja del río y de los vertidos que a sus aguas hayan podido generarse desde todos los ámbitos, especialmente la red de saneamiento de la Empresa Municipal de Aguas(EMA). También hay anuncios de propuestas tan polémicas para controlar la proliferación de cianobacterais como la eliminación del anillo navegable del Piles, uno de los espacios que favorecen su desarrollo junto a los estanques del parque de Isabel la Católica

El equipo de la Universidad de Oviedo que llevará a cabo la investigación estará coordinado por el gijonés Felipe Lombó Brugos, director del área de Apoyo a la investigación y jefe de una unidad de investigación del área de Microbiología del Departamento de Biología Funcional. Junto a él estarán José Manuel Costa Fernández, director del grupo de investigación de Espectrometría Analítica; y Francisco J. Ferrero Martín, miembro del laboratorio de Instrumentación y Medida.

El convenio con la Universidad de Oviedo ya está concretado aunque su firma, prevista para esta semana, se ha tenido que posponer por la crisis del coronavirus.