El mismo gijonés volvió ayer a ser sancionado por bañarse en la playa de Poniente por cuarto día consecutivo. Este hombre ya fue trasladado al área de Psiquiatría del Hospital de Jove, pero una y otra vez reincide sin que los agentes puedan poner freno a la situación. El suyo no es el único caso incívico en Gijón, que sobrepasa ya el centenar de multas diarias por infringir las órdenes de confinamiento en casa. Al no ser violento con los policías "nada podemos hacer" más que sancionarle una y otra vez.

La sanción más llamativa de ayer la protagonizó un hombre de 38 años al que una patrulla de la Policía Nacional sorprendió en compañía de otros individuos, que escaparon, realizando un botellón en el parque Pintor Manuel Medina, en Contrueces, a dos kilómetros de la vivienda de este individuo. "Estábamos aquí porque en este parque tenemos acceso a wifi", explicó gijonés ante la atónica mirada de los agentes, que le sancionaron convenientemente.

Esas reuniones callejeras parecen ser habituales, pues la Policía Local también tuvo que intervenir en la calle Eleuterio Quintanilla ante la presencia de tres menores, todos ellos de 16 años, que paseaban amigablemente por la calle haciendo caso omiso a la normativa. Uno de ellos se había escapado del Centro de Menores de Colloto tras agredir violentamente a sus cuidadores y es por ello que fue detenido mientras que sus acompañantes volvieron con sus padres tras notificación a la Fiscalía de Menores.

Camina seis kilómetros para pasear al perro

Gijón sobrepasa ya el centenar de multas diarias. La Policía Nacional denunció a dos personas por tenencia de drogas y por incumplir el decreto del estado de alarma. También fue denunciado un gijonés que iba desde La Calzada al parque Isabel la Católica (6 kilómetros de distancia) a pasear el perro.

También fue detenido un hombre de 50 años que conducía acompañado por su mujer sin puntos en el carné y un joven de 19 años que al ver a dos agentes echó a correr en dirección a la avenida de Pablo Iglesias y luego ofreció una gran resistencia cuando fue interceptado. Solo la Policía Local de Gijón multó el jueves a 68 personas.

En los primeros días de encierro en casa, otra excusa surrealista fue la de un gijonés al que sorprendieron en la Escalero dándose un baño en la playa de San Lorenzo. "Estaba haciendo la compra", les argumentó en bañador.