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Las consultas de Urología, al mínimo y con demoras disparadas por la falta de médicos

El Hospital de Jove desempeña una quinta parte de la actividad que realizaba en 2018 y Cabueñes duplica su lista de espera en los últimos dos años

Las consultas de Urología, al mínimo y con demoras disparadas por la falta de médicos

La falta de médicos, un problema ya casi endémico en la sanidad asturiana, se suele "cebar" en áreas desde siempre menos visibilizadas como las de anestesia o pediatría, que sufren una falta general de personal desde hace más de un lustro. En los últimos dos años, sin embargo, el sector de la urología sigue subiendo puestos entre las especialidades con más listas de espera esta tendencia se ha visto acentuada por la marcha casi simultánea de varios facultativos del sector. Jove perdió a tres de sus cinco Urólogos y CabueñesAhora, la situación es que durante este tiempo Jove realiza una quinta parte de sus consultas de 2018 y lo hace con una lista de espera que se ha multiplicado por 50, pasando de apenas día y medio de demora media a los 51.4 que registra actualmente. Cabueñes, aunque ha mitigado en parte su pérdida de actividad asistencial, también ha duplicado su lista de espera y sus pacientes ya esperan, de media, más de 100 días para conseguir cita.

Echando un vistazo a los datos de actividad asistencial del área sanitaria V de Gijón, el pasado mes de enero (se excluyen las actividades de febrero y marzo por si la pandemia de coronavirus pudo haber interferido con el funcionamiento habitual) en el Hospital de Jove Hace dos años, el hospital concertado tramitó en este mismo mes 569 consultas y solo había dejado a 19 a la cola. Teniendo en cuenta que en abril de 2019 es cuando saltó a la luz (y así lo publicó este diario) que el servicio del centro había perdido a tres de sus cinco urólogos, el número de consultas también ha tenido que dividirse prácticamente entre cinco, porque no de los que no abandonó el hospital es el propio jefe del servicio.

Desde entonces, sin embargo, la gerencia asegura seguir buscando nuevos profesionales, una tarea que intentó limitarse al ámbito regional y que ya ha tenido que abrir sus fronteras locales y nacionales. Los sindicatos, que no tienen constancia de que estos refuerzos se hayan realizado, entienden también que la búsqueda de estos "fichajes" vayan a tener que aplazarse varias semanas por la pandemia.

Para el hospital es fundamental no dejar morir este servicio, sobre todo por la gran inversión que supuso adquirir la máquina de litotricia, un dispositivo capaz de disolver cálculos renales (las llamadas piedras del riñón) y que costó más de 300.000 euros. Desde el sector médico se lanza también la duda de si esta reducción en la actividad asistencial tendrá que obligar a actualizar los convenios. Jove, como centro concertado, recibe anualmente un presupuesto público del Sespa para asumir parte de la actividad asistencial considerada como pública. Con las consultas de urología reducidas a su quinta parte, no se descarta que estos pagos anuales a Jove tengan que actualizarse a posteriori.

En Cabueñes, por su parte, la actividad asistencial se ha logrado mantener en parte. Hace dos años tramitaba 1.750 consultas al mes y ahora realiza 1.510. El número de pacientes que se quedan en la lista de espera, sin embargo, está a punto de duplicarse (eran 746 hace dos años y son 1.292 ahora) y lo mismo ha sucedido ya con el tiempo medio de demora. En 2018 un paciente gijonés esperaba unos 49 días para tener una consulta con su urólogo y, ahora, espera unos 109 días, casi tres meses. La especialidad de Urología del hospital de referencia de Gijón ha ido escalando puestos en cuanto a demoras y es ahora la cuarta con más retrasos del centro. Está por detrás de Endocrinología (con 114 días de espera), de Dermatología (con 128 días de espera) y de Anestesiología, el otro servicio que registra desde hace meses niveles de espera preocupantes: un enfermo ya tiene que esperar 263 días para conseguir cita. Más de ocho meses y medio.

Además de las consultas hospitalarias, la falta de urólogos en la región también está lastrando la actividad en quirófano de todo el área sanitaria V de Gijón. El problema, de nuevo, es más acuciante en el centro concertado de Jove, que en los citados dos años ha pasado de realizar alrededor de medio centenar de cirugías cada mes y que no supera ahora de la media docena, por lo que ha diezmado su capacidad de trabajo.

Aparte de derivar parte de la carga a otros centros sanitarios como el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), no queda muy claro cómo el área sanitaria está asumiendo esta ausencia de actividad quirúrgica, porque tampoco parece que la esté asumiendo Cabueñes. El hospital de referencia sigue realizando un centenar de cirugías de urología cada mes que, aunque supone una veintena menos de las que tramitaba en 2018, sigue sin compensar la pérdida de cirugías en Jove.

Las listas de espera de la especialidad tampoco han evolucionado bien sobre la mesa de operaciones. Jove apenas se ha visto afectado al limitar al máximo su número de pacientes atendidos, pero sigue rozando los dos meses de demora con 56 días de media. Cabueñes, por su parte, supera ahora los 100 días de retraso cuando, antes, no llegaba a los tres meses (83) días.

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