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Los parques del Oeste, Cerillero y Atalía, las zonas más afectadas por los estorninos

El último censo recoge 32.100 ejemplares, que llegan de "forma masiva" en noviembre y se les expulsa con alarmas y sonidos de aves rapaces

Una bandada de estorninos sobrevuela los Jardines de la Reina y Fomento. ÁNGEL GONZÁLEZ

Los parques del Oeste, Cerillero y Atalía -concentrados todos ellos en la zona oeste- son los espacios de la ciudad más afectados por los estorninos que comienzan a llegar a Gijón cada mes de octubre para su invernación, que se prolonga hasta finales de marzo. Así lo demuestra el último informe en posesión de la concejalía de Medio Ambiente, relativo a la campaña 2018-2019 y en el que se llegaron a censar 32.100 ejemplares, lo que supone un descenso notable respecto a los 70.350 contabilizados la temporada anterior. Ahora, desde el Ayuntamiento, se acaba de dar luz verde a un nuevo contrato de 7.875 euros para desarrollar labores de control y expulsión de esta especie de cara a la próxima campaña (2019-2020), con el objetivo de minimizar el impacto que tienen sobre la población.

El censo de estas aves se elabora a partir al número máximo que se logra contabilizar en una fecha determinada, mayoritariamente en noviembre porque es el mes "de entrada masiva" de los estorninos pintos, procedentes del centro y norte de Europa y que realizan una migración invernal hacia regiones de la Península Ibérica. También a Italia. A esos ejemplares se suman, en menor número, los estorninos negros. ¿Dónde se asientan? En los dormideros primarios, áreas verdes del casco urbano donde se ubican al inicio de la temporada de invernada. En Gijón, son 46 las zonas que están considerados como espacios potenciales para los estorninos, una cifra que los autores del estudio considera bastante alta. "La ciudad ofrece múltiples posibilidades de refugio nocturno para el asentamiento de estas aves lo que sin duda ha sido un factor que ha contribuido a la existencia del problema actual con los bandos de estorninos", explican desde la empresa que realizó el último conteo.

De esas áreas potenciales fueron finalmente 12 los dormideros principales localizados a través 51 jornadas de control. Esos espacios propicios para los estorninos están en los parques del Oeste, Cerillero, Atalía, Isabel La Católica, el de la calle Honduras, los jardines de Juan Medio, calle Covadonga, plazuela de San Miguel, calles Reconquista y Campo Sagrado, la confluencia entre las calles Ave María con Les Maestrines y la avenida de Gaspar García Laviana. Puede sumarse a esa lista otros 15 emplazamientos a los que los estorninos acude como dormidero secundario cuando son expulsados de su primer asentamiento, pero el número y su incidencia es notablemente inferior. En total, según el informe, fueron 32.100 los ejemplares contabilizados en la última campaña. Cabe recordar que la cifra más alta de estorninos se registró en 2014 con una llegada de más de 200.000 estorninos. Desde entonces, la cifra ha ido bajando.

¿Cómo ahuyentarles de sus nidos? El sistema principal es el de la emisión nocturna de sonidos de alarma junto con luces de alta intensidad y sonidos de percusión que no causan molestia alguna ni para los usuarios de los parques ni para los residentes en las viviendas más cercanas. En algunos casos también fue necesaria la utilización de sonidos que simulan "el vuelo intimidatorio de aves rapaces". Así se logró el desplazamiento de más del 98,75% de la población de estorninos hacia otras zonas alejadas del casco urbano de Gijón.

Uno de los problemas detectados en esa última campaña fue precisamente tras la dispersión de los dormideros principales que llevó a alrededor de los 1.500 individuos a la zona de la plazuela de San Miguel y la calle Covadonga. "A pesar de no ser una congregación excepcional, esta zona es especialmente sensible por tratarse de un área comercial y de ocio con intenso tráfico peatonal", explican los expertos. Parte de sus trabajos se concentraron ahí para "minimizar la problemática" generada, logrando expulsar al 98,4% de los estorninos en apenas once jornadas de labor.

Palomas y gaviotas

Palomas y gaviotasLos estorninos no son las únicas aves molestas para la ciudadanía, también están las gaviotas patiamarillas y las palomas, que además causan estragos entre la hostelería local. En lo relativo a gaviotas se retiraron las primeras campañas del año pasado 374 nidos y 840 descendientes. Donde sí se ha logrado una merma importante es en la población de palomas en la ciudad desde que se comenzasen a realizar trabajos en 2005 -uno en primavera y otro en otoño- ante las quejas ciudadanas, lo que permitió pasar en una década de las 5.000 a las 1.400 palomas censadas en el último estudio realizado.

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