El Ratoncito Pérez. Así, como el resto de personal de primera necesidad que sigue trabajando estos días, el mágico roedor sigue saliendo a la calle, sí, pero con guantes y mascarilla. Así lo ha podido comprobar, al menos, un niño gijonés vecino de La Calzada, que tras tres noches de disgusto por dejar su diente bajo la almohada y amanecer sin regalo pudo recibir por fin esta semana su premio: un paquete de caramelos. En la caja, había también una mascarilla y guantes diminutos, prueba de lo importante que es que todos los pequeños cumplan con las medidas de higiene y confinamiento indicados. "Le expliqué que por precaución el señor Pérez tiene que usar unos nuevos en cada casa", concreta la madre del agraciado, Elisa Martínez.

El niño, que se llama Hugo y tiene 7 años, ya había entendido que en estos días es muy importante quedarse en casa, lavarse las manos y cumplir con las indicaciones sanitarias y de sus padres, pero estuvo tres noches con su diente metido en una caja de madera azul a la espera de que el roedor, como es mágico, pudiese saltarse el confinamiento. Al final lo hizo este martes, aunque dejó como sorpresa unos guantes y una mascarilla que demuestran la importancia de salir a la calle siempre protegido.