El arquitecto Gerardo Fernández Bustillo falleció en la madrugada de ayer a los 80 años tras una grave infección respiratoria causada por el coronavirusEl reputado profesional, muy conocido por su participación en el primer Plan General de Ordenación Urbana de Gijón y en la creación del partido Democracia Socialista Asturiana (DSA), nació en Oviedo, pero llevada décadas asentado en Gijón, donde abrió estudio propio en la calle Asturias.
Nieto del conocido fotógrafo Gerardo Bustillo, de quien heredó su nombre y su afición a tomar imágenes, fue durante décadas "el gran nexo" de una familia que lamenta que su marcha se haya producido en estos tiempo de incomunicación. "Hemos paliado el no poder vernos con la tecnología. Esta mañana (por ayer) nos conectamos a la vez 22 familiares directos de Gerardo. Fue el que peleó para que hermanos y sobrinos mantuviésemos el contacto", aseguró ayer uno de sus hermanos, Jorge Fernández.
Según el también arquitecto y exconsejero de Ordenación del Territorio Arturo Gutiérrez de Terán, Bustillo "siempre huía de los focos" y no le gustaba ser el protagonista de ningún proyecto ni iniciativa, pero todo su entorno conocía "de sobra" sus virtudes. "Fue de los primeros en usar ordenador para hacer los trabajos de arquitectura cuando todos los seguíamos haciendo a mano, pero siempre fue muy buen dibujante. Últimamente se estaba dedicando a escribir poesía acompañada de dibujos para explotar ese excelente sentido del humor que siempre tuvo", aseguró, "Fue un hombre diez, un hombre bueno, un gran amigo", añadió.
"Una vida feliz"
Terán explica también que el fallecido había ingresado hace días en el Hospital de Cabueñes con síntomas que parecían ser coronavirus, pero que no acababan de concretarse en las pruebas. Dio positivo al tercer día. Ya para entonces, sus anteriores patologías del corazón habían complicado una afección respiratoria que fue empeorando hasta la madrugada del sábado al domingo, cuando falleció. "En cualquier caso, creo que Gerardo se fue tras haber llevado una vida feliz y tal y como él quiso llevarla. Además de ser un arquitecto de esos que se dice de la vieja escuela, era pintor y dibujante y disfrutaba mucho con su trabajo. Hizo tantas cosas...", añadió su hermano Jorge.
Su primera andadura en la arquitectura tuvo lugar en Madrid, en compañía de Gutiérrez de Terán y de Ramón Fernández-Rañada. "Entre los tres hicimos cosas bastantes interesantes, sobre todo, en el entorno del polígono de Silvota, pero yo recuerdo especialmente su participación en el cómic del 'Asturias Semanal'. Dibujábamos para esa revista semanalmente con un humor crítico", completó el segundo. El estudio en Madrid de los tres profesionales sirvió también como sede discreta para debatir sobre ideas políticas que acabarían cristalizando en la DSA. "Cualquiera que le haya conocido solo podrá decir buenas palabras sobre él", sentenció Gutiérrez de Terán.
