La crisis desatada por el Covid-19 afecta también de lleno a las inmobiliarias. Las agencias ven con incertidumbre el futuro, puesto que no está claro cuánto puede durar la cuarentena y mientras tanto no se pueden hacer visitas a los inmuebles; consecuentemente, no hay ventas. La situación a nivel general se puede complicar tanto que "calculamos que entre un 20 y un 25 por ciento de las inmobiliarias se verán abocadas al cierre en el plazo de unos dos meses si continúan las circunstancias actuales".
Quien hace la afirmación es César Nozal, responsable de una conocida inmobiliaria gijonesa, coordinador de la Asociación de Inmobiliarias de Asturias y Vicepresidente de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias de España. "La actividad está parada y nosotros no podemos hacer Ertes por fuerza mayor, con lo que estamos fastidiados", resume Nozal. Las consultas han caído en picado. "Hay mucha incertidumbre, porque después de esta situación lo previsible es que haya una caída de ingresos; habrá menos compradores, tendremos dificultades para cerrar operaciones a final de año y mucha gente se volverá atrás", razona, con lo que "puede que el precio caiga y se genere otra brecha".
Así las cosas, la continuidad de la actividad se fía a "las operaciones que ya se habían cerrado y que vamos completando telemáticamente, de forma muy lenta, pero es lo que toca", apunta Daniel Pedregal, gerente de otra inmobiliaria de la ciudad. En su negocio, hay una cartera amplia de clientes, lo que le ha proporcionado cierto "colchón" para aguantar un par de meses. "Pero el Gobierno debería echarnos una mano después para que no haya despidos después", indica. De momento, sus empleados están aprovechando para formarse y poner al día la agencia.
En otra agencia de la ciudad están en parecida situación, "aguantando el tirón con cosas pendientes, pero luego habrá que convencer al cliente de nuevo, habrá que empezar de cero". Cristian Pastrana, de otra inmobiliaria, confía en que "si la situación se posterga unos meses" se pueda aguantar "bien" por los proyectos en curso, toda vez que las previsiones eran las de que éste sería el mejor año de la década en lo que a compraventas se refiere.
