Un educado "no, gracias" ha sido la respuesta del gobierno del PSOE e IU a las propuestas que la oposición les ha hecho llegar para diseñar de manera conjunta medidas sociales y económicas a aplicar desde el Ayuntamiento con el fin de atemperar los problemas que la crisis del coronavirus dejará en los hogares y negocios de la ciudad. Foro propuso un grupo de trabajo participado por todos los partidos presentes en la Corporación y el PP fue un paso más allá al plantear que ese trabajo se hiciera dentro del Consejo Social para incorporar la voz de todo el entramado asociativo local.

"Agradecemos y valoramos la disposición de los grupos de la oposición, pero un grupo de trabajo no es el instrumento idóneo porque las responsabilidades y la carga de trabajo del gobierno es completamente distinta a las de la oposición. La responsabilidad de gobernar es del gobierno, que trabaja todos los días y en ningún caso la va a declinar", respondió ayer la portavoz socialista Marina Pineda, tras asegurar que no habían encontrado, tras hacer un rastreo, ningún ayuntamiento español que funcionara de esa manera. Entiende además que la participación de los agentes sociales y económicos en el diseño de las medidas ya tiene su hueco en el ámbito de la concertación social, cuya negociación sigue avanzando.

Sí está abierto el gobierno a, si así lo consideran oportuno los grupos, recuperar la paralizada actividad de las comisiones municipales. Eso sí, por vía telemática para cumplir con la normativa. "Son uno de los órganos de participación del Ayuntamiento donde pueden trasladar sus diferentes propuestas. De hecho, el gobierno municipal lleva tiempo intentando la convocatoria de una sesión plenaria, a la que el secretario municipal se niega", concretó la concejala.

Ciudadanos también ha hecho su propuesta para el "día después" del fin de la crisis sanitaria. La formación naranja, y más en concreto su concejal Rubén Pérez Carcedo, no habla de grupos de trabajo sino de iniciar ya el diseño de un nuevo presupuesto municipal para 2020 que se adecue a la inesperada realidad. Un presupuesto, dice el edil, "de emergencia". No se trataría de elaborar, tramitar y aprobar un nuevo documento sino de acordar un paquete de modificaciones presupuestarias sobre el actual. Eso agilizaría el plazo y, para eso, Ciudadanos, que es el primer partido de la oposición con cuatro ediles, tiene la mano al gobierno que lidera Ana González.

"Presupuestos de emergencia"

"Lo prioritario en estos momentos, con enfermos y personas fallecidas, es superar la crisis sanitaria. Pero también deberíamos ir pensando en el futuro y parece claro que necesitaremos unos nuevos presupuestos, de emergencia, que se centren en el apoyo a las familias y en la reactivación económica", señaló el edil. Para Pérez Carcedo, los actuales presupuestos "han quedado completamente obsoletos y son inservibles". "En unas semanas ha cambiado todo. Los ingresos reales serán mucho menores que los previstos y las necesidades radicalmente distintas", dijo.

Las decisiones ya tomadas por el gobierno local durante las primeras semanas ya suponen compromisos nuevos de la Fundación Municipal de Servicios Sociales, ajustes en el propio gasto en personal del Ayuntamiento y la pérdida de ingresos por la eliminación del novedoso IBI diferenciado y la suspensión del cobro de tasas locales mientras dure el estado de alarma.

La intención de la Alcaldesa, y muchos otros regidores de España, es conseguir del Gobierno central poder usar el remanente, cuyo gasto está limitado actualmente a casos muy concreto -como el pago de la deuda a los bancos- por la ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.