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Resistencia por partida doble

Las personas con discapacidad conviven con el recorte de terapias y el temor al contagio en un colectivo que requiere ayudas especiales

Trabajadores y residentes del centro de Aspace en Cabueñes, ayer, mandando un mensaje de ánimo. ÁNGEL GONZÁLEZ

El virusEntidades de atención a personas con discapacidad, como Cocemfe y Aspace, viven estos días con especial zozobra ante la constatación de que sus usuarios precisan muchas más atenciones para seguir adelante con su día a día en un momento en el que terapias y actividades de rehabilitación han quedado cortadas de raíz.

"Tenemos mucha preocupación de que las personas más dependientes estén bien atendidas", recalca Mónica Oviedo, responsable de Cocemfe, intranquila también por "que puedan faltar los medios y equipos de protección necesarios para los trabajadores que siguen desempeñando sus funciones en residencias y en domicilios".

Intentan paliar la presencia física con un contacto constante con sus usuarios a través del movimiento asociativo que continúa con teletrabajo, pero nada de todo ello puede sustituir los recursos de atención que han cerrado, centros de día, centros ocupacionales o de atención temprana, que suponían hasta ahora el alivio de los propios usuarios y sus familias, en muchos casos padres y madres ya mayores que tienen que afrontar la situación en sus domicilios como pueden y siendo ellos mismos la población con más riesgo frente al coronavirus.

Igual incertidumbre viven estos días en la residencia Emilio Meneses de Aspace en Cabueñes, en la que residen de forma permanente una veintena de personas con gran discapacidad. La preocupación es muy grande y la impotencia es aún mayor ante la posibilidad de que se produzcan casos positivos, sin medios ni prácticamente a quién recurrir, con residentes que necesitan atenciones constantes.

De momento están resistiendo estas semanas sin positivos en residentes ni en personal, aunque la situación, reconocen, es preocupante por la incertidumbre. De todos modos, el personal ha hecho de la residencia un fortín desde el que aguantan con el mejor humor posible, y ayer mismo querían lanzar un mensaje en positivo a todas las familias a la espera de que la situación mejore.

En el centro educativo de Aspace en Castiello de Bernueces (Gijón), los niños están siguiendo sus terapias cognitivas y de movimiento como buenamente pueden, en contacto con los responsables del centro para ir marcando pautas, y por el momento todos están bien en sus casas, tratando de funcionar lo mejor posible.

En el Centro Residencial Cabueñes, que atiende a sesenta y ocho grandes discapacitados, una trabajadora ha dado positivo en coronavirus y sus compañeros siguen esperando que les hagan las pruebas para saber si hay más casos.

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