Los museos arqueológicos de Gijón, que cumplen un cuarto de siglo, han puesto en marcha fórmulas alternativas para celebrar la efeméride. Una decisión motivada por el estado de alarma a que obliga la pandemia del COVID-19. La exposición "25 años, 25 piezas. La arqueología de tu ciudad en 25 carteles urbanos", que debería haber empezado a rotar por los mupis de los barrios gijoneses el pasado marzo, se mostrará ahora en las redes sociales.
Se trata de dar a conocer, cada día, uno de estos elementos de la arqueología local que son fundamentales par explicar el pasado de Gijón. Los museos arqueológicos (Campa Torres, Termas Romanas y Villa Romana de Veranes) han puesto en marcha esta misma semana, en la línea anterior, el programa "¿Sabías que...?". Así, una de las primeras cuestiones planteadas es la siguiente: "¿Sabías que el primer Arcelor de Gijón estuvo en la Campa Torres"?, en referencia al pasado metalúrgico y los orígenes castreños de la ciudad.
No sólo los museos arqueológicos gijoneses quieren mantener activa la conexión con la ciudadanía. Las instalaciones museísticas de la red municipal han abierto lo que llaman "ventanas virtuales", en la línea que inauguró Casa Natal Jovellanos, para no perder la conexión con el público. Sus responsables lo recordaron ayer en un comunicado: "La actividad divulgativa continúa. Los dos pilares: colección y sociedad, siguen en contacto a través de las herramientas que ofrecen las redes sociales. Los museos siguen recibiendo público".
Tal y como adelantó este diario, Casa Natal Jovellanos y el Museo Nicanor Piñole presentan cada día una pieza destacada de sus colecciones. El planteamiento tiene el interés de suministrar información atractiva para conocer no sólo los valores intrínsecos de la obra, sino también el contexto social y cultural. De esta forma, nos hemos enterado de que Jovellanos fue uno de los primeros jueces de su tiempo en dejar de usar la peluca común en aquella época a quienes ejercían su magistratura. Lo hacían ya los ministros en el Parlmento de París. Otra propuesta, "Cuadros rotos", quiere convertirnos en restauradores mediante la recomposición virtual del puzle de una de esas obras de los museos de Bellas Artes locales.
También el Muséu del Pueblu d'Asturies ha incrementado su actividad en las redes: imágenes de su magna fototeca, lecturas o exhibiciones de algunas piezas curiosas de sus heterogéneos fondos. Hay desde antiguos rollos de papel higiénico (uno de los productos más comprados en la actual alarma sanitaria) hasta escupideras de finales del siglo XIX con las que se pretendía evitar el contagio de la tuberculosis. La instalación que dirige Juaco López ha homenajeado estos días al recién fallecido antropólogo asturiano José Luis García.
El Museo del Ferrocarril, cerrado hace meses por obras, trabaja en nuevos contenidos. Y muestra, en esas "ventanas virtuales", elementos destacados de su potente patrimonio industrial. Desde la Ciudadela de Celestino Solar se pone en relación la crisis sanitaria con los tiempos duros en los que el proletariado más humilde tenía problemas hasta para poder lavarse las manos. Pendientes de la inauguración de la gran exposición de Eamon Doyle, ya montada, desde el Antiguo Instituto se repasan otras muestras que ocuparon su sala 1.
