Las fiestas en los balcones a la hora del vermú en los fines de semana y a diario durante el aplauso popular a los sanitarios de las 20.00 horas están muy bien, pero Gijón tiene que aprender a "moderar los decibelios". Así lo pide, al menos, la regidora Ana González, que ha solicitó ayer desde sus redes que las celebraciones de estos días, aunque "muy necesarias", deberían conseguir un "equilibrio" para que el divertimento de los vecinos en confinamiento no impida el descanso de otros ciudadanos que trabajan a turnos, como es el caso del propio sector sanitario.

"Me gustaría que no compitiésemos con un concierto de Bruce Springsteen; no hace falta que la música se escuche en toda la ciudad", bromeó la regidora que también anunció que ya pedido formalmente al gobierno central permiso para poder utilizar el superávit del Consistorio: "Está claro que de esta vamos a salir y tenemos muchas cosas que hacer y reconstruir".