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Cuidado intensivo en los campos de golf para evitar su deterioro

El Club de Castiello, con un ERTE, prevé un desplome del 30% de sus ingresos l La Llorea y El Tragamón rehacen su calendario

Labores de mantenimiento en el hoyo siete de La Llorea. LNE

La crisis del coronavirus también afecta a los campos de golf gijoneses, tanto a los municipales como al privado. El Real Club de Castiello estima un desplome del 30 por ciento de sus ingresos por cada mes que el campo permanezca cerrado. La entidad vive de las cuotas mensuales de sus socios, de lo que estos pagan por jugar y de los partidos organizados para los visitantes. Si bien, Senén Merino, que es el presidente desde el pasado 10 de marzo, no teme por la supervivencia de la entidad, sí que está preocupado por las inversiones que podrá realizar a corto plazo. Todas las instalaciones han iniciado un mantenimiento integral para evitar su colapso.

Los campos municipales también han visto recortados sus ingresos. De media, entre La Llorea y El Tragamón, el golf municipal gijonés tenía 110 usuarios. En ambos campos se ha procedido a rehacer parte del calendario de competiciones. Ya se ha suspendido el Campeonato de Asturias sub-16, que iba a ser en abril. "Esperamos noticias, pero calculamos que al menos una docena de pruebas van a tener que cancelarse", estima el director deportivo de los campos de golf municipales, Arturo Zarauza.

El golf de Castiello se encuentra elaborando sus presupuestos, que estarán marcados por el COVID-19. "La supervivencia del club no está comprometida, porque estamos saneados, pero sí se verán afectadas las inversiones", declaró Merino, que avanza que la asamblea de socios prevista para junio también está en el aire por la emergencia sanitaria. El club realizó un ERTE y pasó de 15 empleados a cinco, cuatro de ellos jardineros para que las labores de mantenimiento del campo no se vean afectadas. Sin jugadores, tanto Castiello como La Llorea y El Tragamón están metiendo la directa en ese sentido, especialmente en los greenes, la zona del campo en la que se encuentra el hoyo. "El parón le viene mal al jugador, pero muy bien al campo. Paradójicamente, La Llorea y El Tragamón están mejor que nunca. El parón es malo para los jugadores, pero bueno para el campo", afirmó Arturo Zarauza.

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