Emilio Arenas García, natural de Camás (Cabranes), emigrante en México y empresario de éxito retornado, falleció el lunes en Gijón a los 89 años. Emilio Arenas era cofundador de Bodegas Enate y estuvo en los orígenes del que fue gran gigante inmobiliario, el grupo Nozar, creado como otros negocios que emprendió en vida junto a su cuñado Luis Nozaleda Maujo.

Los Arenas conservan casa en Camás y allí recibieron, hace poco más de diez años, un homenaje del concejo de Cabranes por su colaboración desinteresada. Un homenaje que fue compartido, también, con la otra rama familiar de los Nozaleda. Un monolito en la plaza de El Llugar da testimonio de esa gratitud del pueblo hacia la familia.

Emilio Arenas tomó al inicio de los años 50 el camino de la emigración a América, en concreto a México, en el que poco tiempo después le siguió su hermana Blanca y al esposo de ésta, el naveto Luis Nozaleda Maujo. Los cuñados empezaron a trabajar juntos y su primer negocio fue una "panadería-rustidora", un local en México D. F. llamado La Barcelona. Esa iniciativa acabó siendo toda una cadena de establecimientos y otros negocios relacionados con la producción de aceite y jabones.

Veinte años después regresaron a España. Los Arenas se establecieron en Gijón -Enrique con su mujer, África Montes González, y su hijo Emilio Javier Arenas Montes- y los Nozaleda en Madrid, aunque aún siguieron haciendo negocios juntos y participaron en la construcción, en 1981, del gran grupo inmobiliario Nozar, arrastrado por la crisis de la construcción. También de la mano fundaron Bodegas Enate, en Aragón, un negocio vitivinícola de prestigio en el que llevan casi 30 años de dedicación y del que ahora está al frente su nieto, Javier Arenas, como copropietario.

El funeral por Emilio Arenas se celebrará cuando el estado de alarma lo permita y su enterramiento tendrá lugar en la intimidad familiar en el cementerio gijonés de Ceares.