Un año más de obras y otros 2,5 millones de presupuesto conllevará cambiar la construcción del pozo de tormentas del parque de Hermanos Castro. Eso son los datos que ayer aportó el presidente de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), el edil socialista Olmo Ron, y que presentará en un próximo consejo de administración de la sociedad con la intención de sacar adelante un nuevo modificado, el segundo, al contrato adjudicado a la firma Acciona a finales de 2018. Se trata del enésimo revés a un proyecto básico para la red de saneamiento de la cuenca este de la ciudad y que lleva en la agenda municipal desde 2011. Tan básico que fue la única actuación constructiva que pudo seguir adelante cuando se decretó el endurecimiento de las condiciones del estado de alarma gracias a una resolución de Alcaldía que la declaraba obra de carácter esencial.

Si este nuevo ajuste sale adelante, los trabajos que se adjudicaron en 7,3 millones (sin impuestos) para subir en agosto del año pasado a 8,4 millones pasarían a costar casi 11 y en lugar de terminarse el próximo mes de octubre lo harían en octubre del año 2021. ¿Cuál es el problema? Pues que de construirse el tanque con el sistema a cielo abierto como estaba previsto y debido la inestabilidad detectada en el terreno podrían darse deslizamientos de tierra que pusieran en peligro tanto la obra y a sus trabajadores como a las viviendas unifamiliares ubicadas alrededor del parque. "La situación es compleja, pero la seguridad es lo primero", sentenció Ron para argumentar la necesidad de cambiar el proyecto constructivo y seguir adelante con el pozo aunque cueste "más tiempo y más dinero".

El actual gobierno culpa de todo a sus antecesores de Foro al asegurar, por un lado, que el proyecto constructivo no contaba con los estudios geológicos necesarios para garantizar la máxima seguridad y, por otro, que ellos no tuvieron constancia de problemas hasta finales del año pasado. Acciona empezó entonces a plantear dudas sobre la posibilidad de seguir con la obra en las condiciones fijadas en el pliego del contrato y lo avaló con un informe que determinaba ese importante riesgo de deslizamientos. Por su parte, la EMA encargó otro estudio a la Escuela de Minas a través de la Fundación Universidad de Oviedo que llegó a la misma conclusión.

"Aquí hay una responsabilidad política muy seria del anterior gobierno local al que urgía poner en marcha la obra en plena campaña electoral. Si algo admiro en Foro es su capacidad para hacerlo todo mal. No es fácil gobernar de esa forma, siempre en contra de la responsabilidad, la lógica y el sentido común", ironizó Ron antes de recordar que "los responsables de esta chapuza ya no están en el Ayuntamiento, pero si su grupo político, que debería pedir disculpas". El presidente de la EMA exculpa a los técnicos. "Las decisiones son de los políticos, es una cobardía escudarse en los técnicos que están por debajo", sentenció.

Se da la circunstancia de que el proyecto fue avalado en su momento por el gerente de la EMA, Vidal Gago, y el director técnico de la empresa, Pedro Menéndez. Ambos se incorporan a la sociedad en 2016 bajo la presidencia de la forista Ana Braña. Tras la llegada del PSOE al gobierno, Gago fue cesado y Menéndez fue el elegido para ocupar el puesto vacante. Un dato que no ha pasado inadvertido a la oposición. Gago por su parte, según se pudo saber ayer, incluyó en su despedida una misiva a la alcaldesa, Ana González, alertando de los problemas del pozo de tormentas de Hermanos Castro. Una carta acompañada de un informe sobre la compleja historia de la instalación y en la que advertía ya de la necesidad de hacer un nuevo modificado del proyecto antes de enero para ajustarse a la realidad de la situación.

Otra alternativa era rescindir el contrato con Acciona. Algo que ya se hizo en 2015 con el contrato adjudicado dos años antes a FCC por unos cinco millones de euros y que se complicó por la disparidad entre las condiciones del suelo y las fijadas por Prointec, a la que se contrató en 2011 la redacción del proyecto. Todo el proceso incluyó un cruce de demandas en los juzgados exigiéndose responsabilidades y pagos los unos a los otros.

El cambio que se planea ahora mismo se centra en la construcción específica del tanque, que iba a acometerse dentro de unas semanas. Por ello, no hay problemas en seguir adelante -sin riesgos para la seguridad de nadie- con las obras ahora en ejecución del colector que cruza el Piles. En concreto se trabaja en la segunda fase, en la margen del "kilometrín". También se mantiene el polémico plan de peatonalizar la avenida del Molinón para incorporarla al parque de Isabel la Católica.