Todos los días del año, sin excepción salvo causa mayor, sale de la rampla de la Playa de San Lorenzo un grupo de nadadores de aguas abiertas. Una imagen que lleva sin producirse más de cuarenta días, a causa del obligado confinamiento por el coronavirus. Una racha negativa que se rompió esta misma mañana.

Maria Luisa Montero y otros siete habituales madrugaron para, a las ocho de la mañana, salir a nadar como acostumbran. El recorrido de esta mañana: 2,2 kilómetros, desde el inicio de la bahía de San Lorenzo hasta el Hospital Marítimo y vuelta. En total, una hora aproximada de recorrido.

Esta mañana, para evitar cualquier posible contagio, todos ellos vinieron ya cambiados de casa, con el neopreno puesto. También en el mar guardaron las distancias.

"Nunca había pasado tanto tiempo sin bañarme", asegura esta nadadora de aguas abiertas, "lo echamos mucho de menos, si por nosotros fuera seguiríamos nadando", resalta, "éramos la imagen de la felicidad". A la propia sensación de volver a zambullirse en el mar se suma la de reencontrarse con los amigos. Además "el día nos recompensó, las condiciones eran muy buenas". Mañana, sin duda, volverán a nadar.