Crear una gran terminal de minerales en el Muelle Norte de El Musel, con capacidad para mover 25 millones de toneladas anuales, era el principal objetivo que se marcó el puerto cuando impulsó la obra de ampliación de El Musel. Se trata de una idea que nunca llegó a materializarse y ese muelle de 1.250 metros de línea de atraque 50 hectáreas de superficie, se ha ido ocupando con otros proyectos, pero permaneciendo vacío y sin urbanizar en su mayor extensión. Algo, esto último, que va a cambiar con la nueva terminal de minerales que proyecta Natural Mining Resources (NMR), que aspira a una concesión a largo de 300.000 metros cuadrados en ese muelle, 50.000 de ellos en una primera fase.
Por su futura terminal en el Muelle Norte, NMR moverá distintos tipos de graneles, desde arcilla extraída en su cantera de La Espina (Salas) hasta coque de petróleo. Pero el tráfico fundamental será el carbón que la empresa importa, criba y reexporta de nuevo por El Musel. Una actividad que viene realizando a través de diversos muelles, iniciada en 2018 y que este año prevé alcanzar un volumen de unos 4 millones de toneladas, lo que compensaría la pérdida de tráficos que ha tenido el puerto por el cierre de las centrales térmicas de Asturias, León y Palencia.
Convertirse en un hub (de trasbordos) de graneles, para su redistribución a otros puertos, es una vieja aspiración de El Musel. La actividad de NMR, que va en ese sentido, ha sido acogida con los brazos abiertos por el puerto, en un momento además en el que otros tráficos portuarios están en pleno declive.
Actualmente NMR ya opera en la explanada trasera de Ebhisa, ocupando 97.000 hectáreas que también fueron ganadas al mar con la obra de ampliación de El Musel. La empresa también está operando por el Muelle Norte y su apuesta por establecerse a largo plazo en el mismo supone un cambio de escala para la actividad en la mayor explanada de la ampliación.
Actualmente la explanada sólo cuenta con 162.500 metros cuadrados urbanizados y con una única terminal, de Tudela Veguín, de 14.000 metros cuadrados. El resto de actividad que se viene desarrollando por este muelle, tanto con graneles como con carga general, se efectúa con disposiciones de terreno a corto plazo. Ese es el balance de los nueve primeros años de una obra que se inauguró el 1 de enero de 2011.
Aquel mismo año responsables de a Autoridad Portuaria y de Arcelor, en el ártico canadiense, con la idea de explotarla a destajo sólo en verano. Pero al final la siderúrgica concluyó que le era más rentable usar grandes barcos graneleros rompehielos para poder acceder a la mina todo el año.
En aquella ocasión el puerto ofreció a la multinacional las instalaciones de Ehisa, al no estar la ampliación urbanizada ni contar entonces con medios mecánicos.
Lo que no pudo ser con el hierro va a funcionar con el carbón, con el proyecto de NMR. En la ampliación ya ha posicionadas cinco grúas automóviles, dos de ellas de Marítima del Principado (Marprín), empresa con la que viene operando NMR tras su desembarco en El Musel; dos de Alvargonzález y una de Bergé. La Autoridad Portuaria por su parte tiene en marcha estudios para extender hasta el Muelle Norte la red ferroviaria del puerto.
Natural Mining Resources ya movió el año pasado por El Musel 1,8 millones de toneladas de carbón entre importaciones y exportaciones. La compañía adquiere el mineral a distintos productores del mundo, lo criba, clasifica y mezcla, dándole un valor añadido antes de reexportarlo a industrias siderúrgicas y metalúrgicas -que requieren calidades especiales- y a térmicas. También comenzó, a mediados del año pasado, a enviar carbón al lavadero de El Batán, de Hunosa.
