Los gijoneses se vieron sorprendidos al mediodía de ayer por una gran nube de carbón que invadió la bahía de San Lorenzo durante varios minutos. No obstante, explican desde El Musel, la mancha "en ningún momento" llegó a la ciudad y tampoco "constituyó un riesgo sanitario" para la población, puesto que la nube, sostienen, salió mar adentro y no hacia el área residencial. Por contra, la Plataforma contra la Contaminación exige un control más severo en material medioambiental.

La nube de carbón tiñó el horizonte durante alrededor de ocho minutos. De 14.07 a 14.15 horas. "Las atípicas condiciones climatológicas que se están viviendo hoy en la costa asturiana han provocado fuertes rachas de viento sur -más de 60 km/h- provocaron este episodio", justifican.

La rápida desaparición de la nube, explican desde la Autoridad Portuaria, se debe "a las medidas puestas en marcha para minimizar tanto la posibilidad de que se den estas circunstancias como, en su caso, los efectos de las mismas, y al haber activado el protocolo oportuno a primera hora de hoy". Entre esas medidas, apuntan, están las pantallas antipolvo, el asfaltado de superficies y el riego permanente del mineral almacenado o en tránsito. También "la suspensión de operaciones bajo determinados parámetros, en un proceso de inversiones medioambientales iniciado hace tres años y que tendrá continuidad en los próximos ejercicios".

"Siempre es igual"

"Siempre es igual"La versión de los vecinos de la zona nada tiene que ver. "Entra el carbón que es como si lo masticases; cuando no es El Musel es Aboño o sino son los dos, pero pasa casi todos los días y viene de todas partes", asegura José Luis Rodríguez Peón, presidente vecinal de Pescadores y responsable de Medio Ambiente en la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV). "Aquí, cuando hay un poco más de viento de la cuenta, siempre es igual; no podemos más y ya es hora de tomar soluciones", denuncia Rodríguez Peón.