Entre cuatro y cinco años calcula la concejala de Hacienda, la socialista Marina Pineda, que tardará el Ayuntamiento de Gijón en pagar su deuda pendiente con las comunidades de vecinos en cuanto al pago de las subvenciones a la rehabilitación de fachadas y eliminación de barreras arquitectónicas.

Si en junio de 2019, cuando el PSOE llegó al gobierno, se estimó la deuda en 72 millones de euros y 495 las solicitudes aún sin resolver el último informe rebaja la cifra pendiente de pago a 66,5 millones, de los que cerca de 26 tienen que ver con los proyectos de barrios degradados. El resto del dinero se corresponde con 302 solicitudes de ayuda aun pendientes y los abonos correspondientes a las fracciones de ayudas ya concedidas. Hay que recordar que la convocatoria de este programa de subvenciones lleva paralizado desde enero de 2018 así que todas estas ayudas son anteriores.

Foro decretó el fin de estas ayudas ante el volumen de dinero comprometido. La Sindicatura de Cuentas también afeó el sistema de concesión que se venía desarrollando al no haber una convocatoria pública anual. Todas las peticiones que cumplieran los requisitos eran concedidas.

Ahora mismo el presupuesto municipal para este asunto reserva 7,1 millones pero la intención municipal es ir a un ritmo de diez u once millones en pagos cada año. Se sumarían dineros procedentes de bajas de obras y ahorros en otros proyectos. No solo es posible en el marco de la reestructuración presupuestaria impuesta por las nuevas necesidades que genera la crisis del covid-19 sino que es necesario. Pineda entiende que este tipo de ayudas son un elemento de dinamización de la economía local más que importante en este momento.

También comprometió Pineda que se ofrecerá en las próximas semanas un calendario estimativo de pagos a las comunidades vecinales implicadas. Algo prometido para principios de este año y que se ha demorado porque “nos ha costado bastante más tiempo del que pensamos organizar el auténtico caos que nos encontramos. Incluso había cien expedientes en una estantería sin tramitar”, explicó la edil de Hacienda. La purga de expedientes incluyó inspecciones físicas para ver si se habían empezado o no las obras para las que se pedía la subvención municipal.

De junio a hoy se han gestionado 142 subvenciones con un monto total de dinero de 7,2 millones. Solo este año los pagos van por 3,2 millones. También están en marcha licitaciones que tiene que ver con los proyectos de barrios degradados de Inuesa (Tremañes), Portuarios, Contrueces y Montiana, donde hay una mayor complejidad en cuanto al proyecto de urbanización ya que hay una parte de la propiedad que es de los vecinos.