Los hosteleros gijoneses podrán a partir del lunes, en su reapertura, instalar el doble de mesas y sillas en el exterior que las permitidas en sus licencias para paliar los efectos económicos del coronavirus, que les obligará a mantener sus terrazas con un máximo de ocupación del cincuenta por ciento. Este incremento aprobado ayer por el Ayuntamiento no estará gravado por la tasa de terrazas, suspendida hasta el año que viene, pero sí estará sujeto a condiciones. La primera es que el número extra de plazas no impida el paso de los peatones. Y la segunda, que, si afecta a terceros, como comunidades de vecinos o escaparates, será imprescindible el consentimiento de los afectados. La medida se pretende prorrogar hasta el 30 de septiembre de 2021.

Cuando regrese el cobro de la tasa no se tendrá en cuenta el número de mesas adicionales que los hosteleros instalen bajo las nuevas condiciones. Solo el número de metros adjudicados en la licencia expedida antes de la emergencia sanitaria. Los negocios que carezcan de terraza y pretendan instalarla para abrir, deberán cumplir las mismas exigencias que el resto de establecimientos. Es decir, no entorpecer la movilidad del peatón y, si afecta a terceros, tener su permiso. La medida implicará un cambio en la ordenanza municipal reguladora de las terrazas.

La oposición coincidió ayer en señalar la decisión del gobierno local como "positiva", si bien, con matices. El PP reclamó a la alcaldesa, Ana González, un presupuesto de reconstrucción. "Recuperar la economía, salvar los empleos y recuperar toda la actividad empresarial en la ciudad debe ser una de las prioridades", postuló el portavoz popular, Alberto López-Asenjo. Ciudadanos y Podemos-Equo se congratularon al entender que el gobierno local había asumido la mayoría de sus tesis. Rubén Pérez, edil de Ciudadanos, reclamó más diálogo a González. "No están en mayoría absoluta. Deben intensificar el diálogo", aseveró. Por su parte, la portavoz de la coalición morada y verde, Yolanda Huergo, sugirió que las terrazas podrían ocupar plazas de aparcamiento, lo que en su opinión "favorecerá la convivencia y el número de hosteleros beneficiados". Vox reclamó que se tenga en cuenta el criterio de los hosteleros y de los expertos sanitarios para desarrollar el aumento de mesas en las terrazas. Por su parte, Foro, en boca de su portavoz, Jesús Martínez Salvador, afirmó que "la medida no cumple con la petición de nuevas terrazas en parques o en zonas peatonales para aquellos que no tengan licencia de terraza".

Para la Asociación de Hostelería y Turismo de Asturias (Otea), que junto a la Federación de Asociaciones vecinal (FAV), la Unión de Comerciantes de Asturias y COCEMFE, ha participado en las negociaciones, la medida "servirá para subsistir, pero no para hacer negocio". "La terraza es un elemento importante que complementa al local y muchos establecimientos no podrán tener terraza", expuso el presidente de Otea en Gijón, Ricardo Álvarez.

Para Francisco García, un conocido hostelero de Gijón, aumentar el número de plazas será bueno para los grandes locales, pero "los pequeños seguirán teniendo un grave problema". A juicio de Borja Cortina, otro hostelero de la ciudad, faltan datos. "Aún no se saben los horarios de apertura. Será bueno para muchos, pero en Asturias, vivir solo de la terraza es imposible", añadió. La Federación de Asociaciones Vecinales (FAV), a través de su presidente, Manuel Cañete, lamentó que el Ayuntamiento tomará la decisión excluyendo a la entidad que preside y reclamó convocar cuanto al Consejo Económico y Social.