Una aplicación de móvil que permita a los estudiantes reservar sitios libres en las bibliotecas. Con esta idea los ingenieros Juan Antonio Román, Andrés Ruiz y Álvaro Cantera, alumnos de la Escuela Politécnica de Gijón, han logrado un puesto como finalistas en un concurso nacional de start-ups de la Fundación Junior Achievement España. De las más de 80 candidaturas presentadas, solo ocho han pasado de fase. Su trabajo fue tutelado por el docente Jesús del Brío, que les ayudó, sobre todo, a perfilar un plan de mercado viable. "La idea es simple, pero muy buena. Es algo similar a lo que ya hacen algunos parkings modernos. Han sido los únicos asturianos en conseguir pasar de fase", aplaude.

El proyecto se llama "Libsion" y sus creadores lo definen como "un innovador sistema de visión e inteligencia artificial" que informaría al usuario en tiempo real de cuántos puestos en las bibliotecas están ocupadas y cuántos libres. La idea es que el propio sistema permita reservar mediante un código QR el hueco que el usuario desee y activar notificaciones sobre cambios de ocupación en un edificio concreto. "De momento está pensado para utilizar en bibliotecas públicas y se baraja incluso la idea de que el sistema registre si algún usuario no está ocupando realmente su espacio, por lo que ayudaría al vigilante de turno a llamarle la atención", razona Brío, que añade: "En este tipo de concursos abundan mucho las ideas utópicas, pero esta propuesta es perfectamente realista". Cantera explica que la idea surgió más por necesidad que por imaginación. "Somos de Palencia, y allí lo normal es tener que hacer media hora de cola para coger sitio, y aquí en Gijón la cosa está parecida. Nos surgió la 'chispilla' de querer arreglar el mundo y como somos ingenieros y estudiamos en bibliotecas se nos ocurrió esto", bromea.

Los tres impulsores, que tienen entre 23 y 24 años, esperan que haber pasado de fase en la convocatoria de la Junio Achievement les deje estar ahora más cerca de lograr que "Libsion" sea una realidad, aunque reconocen que todavía están perfilando algunos aspectos técnicos indispensables para poder salir al mercado. "Lo que ya tenemos es el estudio de mercado con una encuesta a 600 personas, y la mayoría nos dieron una respuesta favorable", aclaran. Ya han puesto solución al que inicialmente fue su mayor problema: encontrar el margen legal para instalar cámaras en los centros. "Hemos decidido que el sistema no almacenará las fotos y que la única información que envía es el número de puestos libres y ocupados. Creemos que se puede implantar", adelantan.