"Ha costado tiempo, bastante más del que pensábamos". Así justificaba Marina Pineda, edil de Hacienda, la demora del gobierno local en presentar la comprometida radiografía con la situación real de la millonaria deuda que el Ayuntamiento de Gijón tiene contraída con decenas de comunidades de vecinos de la ciudad a cuenta de las subvenciones Una deuda "heredada", como no olvidan matizar desde el gobierno que encabeza la socialista Ana González. Esta radiografía, que se había anunciado para principios de año, es el paso previo a diseñar un calendario estimativo con fecha de pago para cada una de las comunidades vecinales. Y viene acompañada del compromiso político de "agilizar al máximo las resoluciones y los pagos".

Lo que ahora hay sobre la mesa es una suma que da 66,5 millones de euros. Una parte importante, que ronda los 26 millones, son pagos ya comprometidos con las obras de rehabilitación integral de barrios degradados. A ese dinero hay que sumar 6,3 millones de pagos pendientes de subvenciones ya concedidas a comunidades individuales, ya que la mayoría fraccionan el cobro de la ayuda en varias anualidades. Eliminados esos cómputos quedan los 31,4 millones largos que se estima moverán los 302 expedientes aún pendientes de resolución. Son 230 solicitudes de ayudas a fachadas, incluidas las extraordinarias del Muro, con un coste de 30,3 millones y 72 de barreras con un gasto global de 1,1 millones.

A una media de entre 10 y 12 millones de gasto anual en las previsiones que hace ahora mismo la concejalía, la deuda se "solventaría en cuatro o cinco años". La intención es derivar a este capítulo el mayor número de recursos posibles, que pueden venir de anulaciones de obras o bajas en proyectos. Ahora mismo, por ejemplo, el presupuesto para 2020 reserva 7,1 millones pero la intención es ir a más como en 2019 cuando se acabaron abonado nueve millones a las comunidades

Todo con tal de rebajar la lista de espera. Este compromiso, que hizo el PSOE nada más llegar al gobierno en junio del año pasado, se mantiene incluso con la reordenación de prioridades presupuestarias que deberá acometer la concejalía de Pineda ante las urgencias impuestas por la crisis del coronavirus. De hecho, con más razón porque "la rehabilitación también contribuye a activar la economía local", sentenció Pineda.

La concejala de Hacienda también espera que, a la hora de pagar, esos 66,5 millones bajen teniendo en cuenta que las comunidades hayan podido cobrar ayudas de otras administraciones o se haya rebajado el coste real de la obra en la justificación final. El pago se hace manteniendo el orden de entrada de la petición pero priorizando a quienes hayan ejecutado.

El presente no es para echar las campanas al vuelo pero, por lo menos, clarifica el "auténtico caos que nos encontramos al llegar en junio con las bases canceladas desde el uno de enero de 2018 y expedientes paralizados". Entonces eran 495 los expedientes sin resolver y en 72 millones estaba la factura. A partir de ese momento se inició un proceso de criba de expedientes, uno a uno, que incluyó 260 visitas a edificios para ver si se habían ejecutado o no las obras a subvencionar y cual era el grado de ejecución: 82 sin ejecutar, 26 en ejecución, 149 ya ejecutadas y tres a las que no se pudo acceder.

Entre junio de 2019 y mayo de 2020 los avances en este apartado se contabilizan en 142 subvenciones autorizadas por una cuantía de 7,2 millones, y 51 denegadas. Un total de 193 expedientes resueltos que han permitido rebajar de 495 a 302 la lista de comunidades vecinales en espera. Solo en lo que va de año se han pagado 3,2 millones en subvenciones

Las ayudas que ahora mismo se están tramitando fueron pedidas en 2017. El año previo a la paralización de un programa de ayudas histórico en el Ayuntamiento de Gijón. No hay fecha para su regreso. El gobierno socialista siempre defendió solventar los compromisos ya adquiridos antes de asumir nuevos.

En cuanto a los barrios degradados se está a punto de licitar la obra de la tercera y cuarta fase de Inuesa (Tremañes), se está ejecutando la primera fase de Portuarios y en el proceso de selección del contratista para la primera fase de Contrueces y Montiana y la segunda de Portuarios.