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La Figura De La Semana | JAVI RICO | NUEVO DIRECTOR DEPORTIVO DEL SPORTING

Un hombre de la casa para cultivar Mareo

l El gestor tiene en los despachos el mismo desparpajo que demostró de joven con el balón l Le encanta el pádel, admira a Messi y disfruta hablando de fútbol con una botella de sidra

Un hombre de la casa para cultivar Mareo

Para Francisco Javier Vicente Rico (Gijón, 1971), su regreso a Mareo, la que fue su casa como futbolista, es motivo de alegría múltiple. Porque eso implica también para él volver a su Gijón del alma. Tres décadas después de su etapa en el filial, afronta la enorme responsabilidad de ser el máximo responsable de la parcela deportiva del Sporting. Un reto ilusionante y complicado, con el club en busca de un proyecto que le permita llegar de nuevo a Primera, en plena crisis por el coronavirus. Desde que dejó Gijón, ha vivido en Galicia y Cataluña. En Tarragona, se asentó hace 18 años y conoció a la que hoy es su mujer, con la que ha tenido dos hijos. En esa provincia ha establecido su campo base los últimos años, a caballo entre su trabajo en Valladolid, Zaragoza o San Sebastián.

"Siempre que puede, le encanta sentarse en buena compañía con amigos y compartir una botella de sidra, cuenta un allegado que le conoce desde su más tierna infancia. "Aunque lleve mucho fuera, no ha perdido su esencia asturiana. Se va a encontrar genial de regreso", añade.

Dicen los que le conocen que es una persona "trabajadora, honrada y muy familiar" y ensalzan que a nivel cercano es "extrovertido y simpático". Cualidades que le han venido muy bien para el desarrollo de su tarea profesional. "Es un gran conocedor del mercado futbolístico, se mueve con mucha habilidad y desparpajo", afirma una persona que trabajó varios años junto a él.

Después de colgar las botas en el Nàstic de Tarragona -tras pasar por Sporting, Langreo, Pontevedra y Terrasa- empezó su etapa de secretario técnico del Pontevedra. En la pequeña y coqueta ciudad gallega estuvo seis años, aunque en medio hizo un paréntesis, cuando Argibay sustituyó a José Aurelio Gay en el banquillo. Después trabajó en las secretarias técnicas del Zaragoza y el Valladolid, dos históricos del fútbol español, y en la agencia de representación Promosport. Retornó de nuevo al trabajo de club, donde afrontó su segunda etapa con Olabe en la Real Sociedad, ampliando su control de las ligas internacionales, para ahora regresar, como máximo responsable de la parcela deportiva al Sporting, al club de su vida.

Esta semana dejó un mensaje claro en su primera intervención pública al asumir su nuevo cargo: "Subir a Primera y un equipo con el mayor número de jugadores de Mareo son los dos principales objetivos". Toda una declaración de intenciones.

Javi Rico fue pionero en Mareo: formó parte del primer benjamín, que se creó en 1980. Llegó al filial, y se quedó a las puertas de debutar con el primer equipo. Los últimos años ha sido un espectador habitual de los partidos de la cantera, que unió a sus visitas a Mareo en su etapa de agente de jugadores como Borja López, Juan Muñiz y Pedro Díaz.

A esa pléyade de canteranos la ha seguido muy de cerca, incluso después de embarcarse en un su último proyecto, en la secretaría técnica de la Real Sociedad. Cada reconocimiento que conseguían esos futbolistas suponía un punto extra de orgullo para él, al ver cómo sus apuestas más jóvenes iban dando pasos hacia adelante en sus carreras, nunca sencillas en el universo del fútbol profesional. Dio muestras de ello el pasado septiembre, cundo estuvo pendiente de los Trofeos de LA NUEVA ESPAÑA a los mejores del fútbol asturiano, en los que Pedro Díaz recibió el premio al mejor jugador del Sporting B.

El pádel es el otro deporte que le roba tiempo junto al fútbol. Una manera de oxigenar en medio la rutina frenética de los agentes y los trabajadores de las parcelas deportivas de los clubes. Una afición que lleva varios años practicando y que le ha enganchado igual que el fútbol de Messi, el jugador con el que más disfruta. Y que quizás le sirve como reflejo de un tiempo pasado en el que era un futbolista con buena técnica. Dio fe de ello el programa televisivo "Objetivo 92", donde demostró su habilidad para sujetar el balón con la frente y el cuello, al margen de otras filigranas. "Vinieron a grabarnos al equipo para un reportaje y acabaron sacándole nada más a él", cuenta un antiguo compañero. Una habilidad, la que tenía con el balón, que ahora ha trasladado a los despachos para moverse con soltura en el mercado y que buscará aplicar en el Sporting en esta nueva etapa. Con 18 años de experiencia en estas lides tratará de devolver al club de sus amores a lo más alto del balompié nacional.

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