La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El virus golpea a Emtusa: dos millones de euros ya perdidos y desplome de viajeros

La empresa, que volverá a cobrar el viernes, estima que moverá este año la mitad de usuarios l El Ayuntamiento ampliará su aportación

Un peatón con mascarilla ve pasar un autobús de Emtusa en la calle Menéndez Valdés. ÁNGEL GONZÁLEZ

La crisis del coronavirus golpea a Emtusa con fuerza. El autobús es uno de los servicios municipales que más está sufriendo la sangría económica por la pandemia. Y no va a parar. La Empresa Municipal de Transporte Urbano (Emtusa) acumula ya dos millones de euros de pérdidas: un millón por cada uno de los meses que ha dejado de tener ingresos. El pasado 14 de marzo, con el inicio del estado de alarma, el Ayuntamiento tomó la decisión de incluir el autobús entre los servicios que dejaban de cobrarse. Una gratuidad que terminará el próximo viernes con la recomendación de pagar con bono. No está prohibido pagar en metálico pero quien lo haga tendrá que dar la cantidad justa.

Los ingresos perdidos no son lo que más preocupa. El temor, tanto de la dirección de la empresa como de la representación sindical, está en lo que pase a partir de ahora. "Hay una regla muy sencilla: alguien coge el autobús si tiene a dónde ir, y ahora mismo hay muchas incertidumbres que tienen que ver con el trabajo, con el ocio... y que no se sabe como se van a resolver", explica Juan José Piniella, gerente de la empresas. Su cálculos es que, de aquí a final de año, sólo se podrá alcanzar entre el 50 y el 60% del nivel de usuarios de años anteriores. La estadística de 2019 se cerró con 18,9 millones de viajeros tras una subida del 1,56% respecto al ejercicio anterior.

Números que ahora son un sueño. En estas primeras semanas de estado de alarma los viajeros han caído un 90%. "Va poquísima gente. En las horas puntas puede ir alguien más pero el resto del tiempo hay viajes con uno, dos, tres viajeros", explica Sergio Álvarez, conductor y presidente del comité de empresa en representación de UGT. Él también ve más que difícil que Emtusa pueda recuperar a todos sus viajeros. Unos no se subirán por miedo, otros porque ya no tienen que ir al trabajo o, simplemente, porque no se pueda entrar en El Molinón para ver jugar al Sporting.

Desde la sección sindical de Comisiones Obreras se ha presentado un decálogo de propuestas a desarrollar de manera urgente para intentar salir del atolladero. La primera es implantar ya carriles exclusivos para buses en las principales calles de Gijón, que se acompañarían de otras medidas de mejora de la velocidad.

Agosto es, junto a octubre, uno de los grandes meses de trabajo para Emtusa. Pero ese tirón se puede ir al traste este año si la ciudad se queda sin grandes conciertos de Semana Grande, sin la multitudinaria noche de los fuegos artificiales, sin la populosa Feria de Muestras, sin las fiestas de prao... "El panorama es ciertamente preocupante", asume Piniella. No es un mal único de Gijón. En la reciente reunión de los 15 regidores de las 15 grandes ciudades de España -Gijón entre ellas- con el ministro José Luis Ábalos se le pidió "un fondo de transporte para paliar las pérdidas sufridas en este servicio público y para adaptarlo al nuevo plan de movilidad". Para empezar los munícipes ven necesario contar mil millones.

El Ayuntamiento de Gijón, como socio único de la entidad, ya tiene claro que deberá aumentar el dinero que le transfiere. Normalmente eran entre ocho y nueve millones al año para equilibrar las cuentas. En el presupuesto de este año la previsión ya había subido a 10,7 millones para, entre otras cosas, compensar la bajada del precio del viaje con bono que se empezó a aplicar el uno de enero, impulsar el proceso de selección de más conductores, que ahora mismo está en suspenso, y comprar vehículos híbridos, que ya no llegarán en el plazo previsto porque los tiempos de tramitación se dilatarán por el estado de alarma.

Los ingresos se desploman mientras surgen gastos nuevos que tiene que ver con la aplicación de las medidas de seguridad y limpieza que se exigen para frenar el contagio. Los autobuses se desinfectan todos los días, se han tenido que comprar geles y mascarillas y será necesario ubicar mamparas que separen de manera estable al conductor de los pasajeros en el camino a recuperar la normalidad. Emtusa se suma hoy a la fase 1 de la desescalada con el 81% de sus servicios en la calle y la obligación de llegar al 100% el próximo 30 de junio.

Compartir el artículo

stats