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Los usuarios del Puerto Deportivo salen a navegar tras dos meses

"Ya lo echaba de menos", señala el capitán de la Marina Mercante Juan Moris tras recorrer la bahía con su velero

Los usuarios del Puerto Deportivo salen a navegar tras dos meses

"Ya lo echaba de menos. Navegar a vela me gusta mucho y ha sido muy buena la sensación de volver a estar en contacto con la naturaleza". Por las venas del gijonés Juan Moris muy bien podría correr agua de mar. Capitán de la Marina Mercante de profesión y vocación, desembarcó a mediados del pasado mes de abril sin poder, hasta ahora, volver a la mar en su tiempo de recreo al mando del velero "Najwa", de 9,20 metros de eslora y que fue uno de los primeros que salieron del Puerto Deportivo de Gijón el pasado lunes, tras la entrada de Asturias en la fase 1 de la desescalada por la crisis del coronavirus.

No todos los usuarios de la navegación recreativa se atrevieron desde el primer momento, ante las instrucciones contradictorias al respecto de las autoridades. Mientras la Dirección General de la Marina Mercante envió una circular autorizando el uso de embarcaciones de recreo, Delegación del Gobierno rechazó inicialmente esta posibilidad hasta que en la tarde del pasado martes cambió de criterio.

Si el tiempo acompaña, la salida a la mar de veleros se espera que mayor en los próximos días, en especial el fin de semana. Eso sí, con precauciones, como las adoptadas por Moris que en su primera salida por la bahía se San Lorenzo sólo estuvo acompañado por dos personas, un hijo y un amigo, cuando en condiciones normales en su velero van seis. Yendo menos se pueden guardar la distancias de seguridad que exige la crisis sanitaria.

Este primer paseo del marino gijonés fue prácticamente para probar velas, tras semanas con la embarcación amarrada en el Puerto Deportivo local y sin poder acercarse al mismo, al igual que el resto de usuarios, por el confinamiento.

El suyo del lunes fue un paseo corto, hasta los bajos de Las Amosucas, frente a El Musel. Un paseo completamente seguro y sin tener que preocuparse por las distancias con otros gijoneses que salgan a tomar el aire. Los más cercanos, en el paseo marítimo, a un mar de por medio.

El caso de Moris no fue el único. De hecho, la patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Asturias, Rio Navia, tuvo que ir en auxilio de una embarcación en el cabo de San Lorenzo, en la bahía de Gijón. Lograron evitar "la colisión contra las rocas próximas a la costa, poniendo a sus dos tripulantes a salvo" y remolcar la embarcación hasta su punto de atraque, el puerto deportivo Marina Yates, en El Musel.

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