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El nuevo dueño del Sanatorio Covadonga invertirá dos millones en rehabilitaciones

"Nuestra intención no es convertirlo en un geriátrico, sino en un gran hospital", afirma Jesús Kocina, que descarta una reducción de plantilla

Jesús Kocina.

El empresario Jesús Kocina, a través de la entidad CK Senior Gestión, firmó ayer la compra oficial del Sanatorio Covadonga a la congregación de las Dominicas de la Anunciata, saldando así un proceso de negociación que hace un par de semanas, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, ya se daba por cerrado. El nuevo propietario estudia ahora una reforma interna del centro para la que tiene pensado invertir unos dos millones de euros y descarta, en principio, cualquier cambio en la plantilla. "Las condiciones de los antiguos dueños era que se mantuviese la actividad sanitaria y el personal actual. Mi objetivo, de hecho, es poder contratar a más gente cuando aumentemos la actividad en consultas y quirófanos", adelantó.

Kocina, médico de profesión, nació en el Sanatorio Covadonga y su padre, de quien heredó tanto el nombre como la vocación, trabajó y falleció en el mismo centro. "Mi implicación en esta compra era muy anímica y personal. Y creo que la congregación lo tuvo en cuenta. Buscaban una empresa local como la nuestra y no una gran multinacional que no conociese Gijón, así que creo que lo tuvimos más fácil que otros interesados", apuntó.

Tras firmar el acuerdo en un cita privada entre ambas partes, el empresario se reunió también con el comité de empresa del Covadonga y con la mayoría de los trabajadores en plantilla. "Creo que tenían reticencias porque saben que nuestra empresa está muy volcada en lo sociosanitario, pero les explicamos que nuestra intención no es convertir el Sanatorio en un geriátrico, sino en un buen hospital", añadió Kocina, que entiende "la preocupación del personal ante un cambio de estas dimensiones": "Les prometí que ahora mismo no tengo en mente cambiar la situación laboral de ningún empleado".

El plan de reforma, que no incluirá la construcción de un nuevo edificio -la ley urbanística no se lo permite-, se limitará a reorganizar los espacios ya existentes. "Probablemente cambiaremos de sitio las consultas externas para poder poner más, y renovaremos los quirófanos actuales para añadir después uno o dos nuevos. También está en mente poner más camas, porque hay una planta que hoy casi no se usa", adelantó el facultativo, que reconoce estar "muy ilusionado". El cambio de propiedad se hará efectivo el día 1 de agosto y, como la reforma interna se hará por fases para no interrumpir la actividad asistencial, Kocina espera que las primeras labores de renovación comienzan a lo largo del año que viene.

Ampliar la cartera de servicios en las consultas externas y cirugías podría, según los planes de CK Senior, poner en el mapa al centro de cara a posibles colaboraciones con el sistema público. "Yo creo que si el Sespa quiere vamos a poder echarles un cable, aunque todo se irá viendo", vaticinó Kocina, que destacó que uno de los pilares del Covadonga ha sido siempre "ayudar a su comunidad": "Por eso, la negociación fue tan fluida y hasta la parte económica se resolvió bastante bien. Sabían de mi implicación emocional porque conocieron a mi padre como compañero. Espero que todo vaya bien". La congregación, por su parte, achacó la venta a la "falta de relevo generacional" y considera que el grupo de Kocina es "la opción idónea para la continuidad del proyecto". Ayer, además, el centro recibió ayer el premio a la innovación del Club Asturiano de la Innovación por su lucha contra el covid-19.

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