El exsecretario general de la asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad Laboral y catedrático de Instituto, Miguel Ángel Caldevilla, falleció ayer a los 73 años después de sufrir un accidente doméstico el pasado domingo del que no pudo recuperarse. Su muerte ha provocado un profundo pesar entre todos sus allegados, tanto por lo inesperado como por la pérdida de un hombre "atento, servicial y detallista". "Ha sido una triste sorpresa y supone una gran pérdida para todos porque nadie conocía como él la historia de la Laboral; era un maestro para nosotros", afirma Jesús Jiménez, actual secretario de la asociación.

Miguel Ángel Caldevilla, que en febrero de este año atendía a este diario para un reportaje histórico sobre los recovecos de la Universidad Laboral (en pleno debate sobre la candidatura del edificio construido por Luis Moya a Patrimonio Cultural de la Humanidad), sufrió una caída en su casa de Oviedo tras la que ingresó en estado "muy grave" en el HUCA Los peores augurios se confirmaron ayer por la mañana, cuando se conoció su fallecimiento, una luctuosa noticia que ha sobrecogido a todos sus compañeros de Antiguos Alumnos, asociación en la que estuvo nueve años como secretario general. "Siempre estuvo involucrado en la asociación de antiguos alumnos y fue el que la levantó, porque pasamos de ser cerca a cincuenta miembros a rozar los 600 asociados", reconoce Jesús Jiménez.

El mismo cariñoso recuerdo de Caldevilla lo mantiene Jesús Merino Santos, actual presidente de los Antiguos Alumnos y que hace apenas tres días se había reunido con el fallecido. "Me había citado para comentarme ideas que tenía en mente, él siempre estaba creando proyectos y ha sido una pérdida extraordinaria, tremenda; estamos muy dolidos por este hecho tan abrupto y súbito que nos ha dejado completamente apenados", apunta Merino Santos sobre una persona que "demostró ampliamente su dedicación como secretario durante nueve años en los que no escatimó esfuerzos, tanto con la propia Universidad como en defender su conservación y el valor actual como gran edificio y lugar de desarrollo cultural y pedagógico". "Fue un hombre positivo y entregado a los demás; un enamorado de la Formación Profesional", aporta, por su parte, Antonio González, Tonín, presidente de la asociación con Caldevilla como secretario, a los que unía una amistad de décadas.

González y Merino, ambos presidentes de Antiguos Alumnos, coinciden también en resaltar las cualidades humanas de Caldevilla. "Era una persona cordial, educada, responsable, respetuosa y trabajadora. Quizás la persona más identificada con el valor que supuso la Universidad Laboral describe Jesús Merino. "Era una persona entrañable, amigo de sus amigos, entregada a las causas nobles. La asociación lo tenía como una meta en su vida a la que dedicó gran parte de su tiempo para sacar adelante la asociación", añade Tonín González.

Los familiares de Miguel Ángel Caldevilla, en especial sus mujer Margarita Collado y sus dos hijos, David Ignacio y Paula, comenzaron ayer a recibir importantes muestras de cariño durante el velatorio, instalado en la sala 6 del tanatorio El Salvador de Oviedo. El funeral por su terno descanso, de cuerpo presente, tendrá lugar en la iglesia parroquial de San Pablo de La Argañosa de Oviedo a las cinco de la tarde. Sus restos mortales serán enterrados en el cementerio de El Salvador de esa ciudad.