Los 39 trabajadores del equipo de Salvamento que este verano ejercerán en las tres playas urbanas de la ciudad -San Lorenzo, Poniente y El Arbeyal- "tienen las indicaciones que necesitan" para ejercer su trabajo con seguridad durante esta pandemia del coronavirus. Así lo aseguró ayer la jefa del servicio de Salvamento, Flor Palacio, tras el primer día de la temporada de baños, que quiso salir al paso de las acusaciones de los operarios del servicio que declararon sentirse "desprotegidos" ante la falta de formación proporcionada por el Consistorio, que únicamente les facilitó un protocolo escrito y una charla que los socorristas tildan de "demasiado genérica", en palabras del socorrista Rubén Álvarez. Entienden que estas explicaciones no cubren las situaciones más habituales, como los rescates en el agua, ante los que, aseguran, a día de hoy no saben cómo actuar con seguridad para evitar contagios.
"Los conocimientos, los tienen", insistió Palacio, que defiende que "se les dio un protocolo escrito y una charla", tras la primera jornada con socorristas en las playas urbanas. Algo insuficiente a ojos de los trabajadores. "Se les ofreció la formación siguiendo las indicaciones del servicio de prevención de riesgos laborales del Ayuntamiento de Gijón", remarca la jefa del servicio.
En aquella charla, se avisó a los socorristas de que "más adelante" tendrían una nueva formación, en la que se les explicarían cuestiones más concretas. Un curso que, entienden los trabajadores, "llega tarde", ya que ayer ya comenzaron su labor 26 efectivos (16 socorristas, 6 lancheros y 4 auxiliares de playa). El resto de la plantilla se incorporarán mañana. Hubo quien incluso puso en duda que este curso se fuera a realizar, algo que ahora confirma Palacio.
"Se implementará la formación, lo antes posible, con un curso y con vídeos que les mandarán al móvil para consultar si tienen dudas", explica la jefa del servicio de Salvamento. Estas pequeñas píldoras audiovisuales ejemplificarán, según asegura Palacio, cómo han de actuar los socorristas en situaciones concretas, como rescates en el agua.
Evitar el contacto
Este caso concreto es uno de los que más preocupa a los trabajadores. El protocolo establece que lo primero que han de hacer en este tipo de situaciones es colocar una mascarilla al ahogado, algo que los trabajadores más experimentados ven contraproducente, ya que "si la víctima está nerviosa, puede hacer que se ahogue", en palabras de César Óscar Morán. Ahora, Palacio pone sobre la mesa una posible solución: utilizar el torpedo -el flotador que utilizan los socorristas- "como elemento de barrera entre el trabajador y la víctima, para evitar el contacto". Además, Palacio recuerda otros puntos incluidos en el protocolo, como la necesidad de mantener la distancia de seguridad interpersonal y utilizar la mascarilla. También evitar a toda costa las maniobras de boca a boca en casos de reanimación cardiopulmonar, en cuyo caso únicamente se han de realizar las compresiones torácicas.
Palacio quiso aclarar además otro punto: "el equipo de Salvamento no va a controlar el aforo de las playas", enfatizando que "nuestra labor es solo de vigilancia y seguridad en las zonas de baño". Así, explica, "si se da alguna situación grave, sí que podemos echar una mano en alertar o colaborar, pero no tenemos esas labores asignadas".
El Ayuntamiento, en colaboración con CTIC, está creando una aplicación tecnológica para controlar el aforo en los tres arenales urbanos de la ciudad. La herramienta, que podría estar lista el próximo lunes día 8, será la que determine los grados máximos de ocupación de las playas. Será un equipo de trabajadores, contratados por la misma empresa que gestiona el equipo de serenos, quien se encargue de estas funciones.
