Las cerca de treinta personas sin hogar que permanecen alojadas de forma temporal en el pabellón de La Tejerona serán evaluadas una por una para reubicarlas en los recursos de que disponen las diferentes entidades sociales. El centro temporal se cerrará con los próximos pasos de la desescalada y la prioridad ahora mismo es la de "procurarles un espacio estable en el que puedan seguir viviendo", coinciden las entidades que estos días han estado trabajando de cerca con estas realidades.
El reto es el de lograr que todos ellos puedan acceder a una vivienda, en un momento en el que haya entidades como el Albergue Covadonga que mantienen las restricciones impuestas por la crisis sanitaria: están abiertos al 50 por ciento de su aforo para mantener las distancias de seguridad y "ampliar plazas dependerá de la evolución de la situación sanitaria", señala la directora de la entidad, Cristina Avella. En estos momentos de lo que se trata es de "coordinarnos con la Fundación Municipal de Servicios Sociales para ir normalizando las derivaciones entre los recursos de la Red e ir dando respuestas a quienes soliciten alojamiento". En su caso están llenos, y "si seguimos con aforo reducido, en verano estaremos llenos", pronostica Avella, en una época del año en que tradicionalmente es cuando más llegadas de usuarios se registran en las entidades de acogida. El centro de baja exigencia, a dos tercios de su aforo, también está lleno estos días a la espera de la evolución de la situación epidemiológica que permita ampliar espacios y aliviar así a la Red.
Esta misma mañana se celebra una reunión entre Servicios Sociales, las entidades de la Red y todas las que han estado colaborando con el buen funcionamiento de La Tejerona para "ver caso por caso, con nombres y apellidos, el perfil de cada persona y las necesidades específicas de cada uno de ellos para buscar una solución adecuada para todo el mundo", explica por su parte Pablo Puente, director de la Fundación Siloé. Muchas de las entidades disponen de recursos residenciales propios en pisos, y también se dispone de plazas en pensiones a través de la Fundación Municipal. Por eso "ahora es importante en qué situación se encuentra cada persona para tratar de encontrar la mejor alternativa para cada uno". Y no sólo en un contexto de crisis sanitaria y de posibles nuevos rebrotes en los próximos meses. "Indudablemente hay que estar preparados para hacer frente a una situación como la que ya pasamos si es que se llega a repetir, pero ahora mismo de lo que se trata es de dotar de una vivienda digna a las personas de forma duradera", reflexiona Puente.
En su entidad, de hecho, ya se ha empezado a trabajar con todos los protocolos para empezar a alojar a personas con problemas mentales. A partir de ahora deberán seguirse unos estrictos protocolos sanitarios, de manera que se garantice que los nuevos usuarios no se hayan contagiado de coronavirus y que se puedan hacer cumplir las cuarentenas de manera adecuada siempre que sea necesario. Alguno de los usuarios de La Tejerona podría ser alojado en sus recursos, y también disponen de pisos en tercer nivel, para personas con buena autonomía. En todo caso "el cierre de la Tejerona no se hará de cualquier manera, contamos con el compromiso del Ayuntamiento para que sea así", recuerda Pablo Puente.
"Ahora o nunca"
La capacidad de dotar de viviendas dignas a todas las personas que carecen de ellas es el gran caballo de batalla para las entidades que trabajan a pie de calle, una flaqueza de la que llevan años advirtiendo y que con la crisis sanitaria desatada en marzo se ha puesto más en evidencia que nunca. Héctor Colunga, presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza en Asturias, advierte de que más que nunca estamos ante una prioridad absoluta, acrecentada por la situación que vive el mundo. "Que la vivienda es una de las cuestiones clave ya lo era antes, lo es ahora, se ha puesto muchísimo más de manifiesto. Y para mí es una de las líneas prioritarias que se van a tener que abordar. Espero que acabe estando reconocida en el plan de desescalada con medidas específicas", advertía hace unos días. Porque la sensación general es la de que es "ahora o nunca" para empezar a terminar con la falta de alojamientos dignos para las personas que no tienen un hogar.
