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Los primeros chapuzones de la fase 2

Las piscinas exteriores del Grupo vuelven a la actividad: "El agua estaba fría" l El Palacio de Deportes también reabre

La Casa del Deporte de El Llano, ayer. ÁNGEL GONZÁLEZ

Lo único que se oía en el Palacio de los Deportes a eso de las cuatro de la tarde era el repicar constante de los botes de las jugadoras infantiles del Fodeba, uno de los clubes de baloncesto con más equipos de la ciudad. Era el día del reestreno de una de las instalaciones deportivas más grandes de Gijón, que como el resto de equipamientos de la ciudad, volvieron a la vida con severas limitaciones de aforo. En su caso, del 30 por ciento. "Había mono de balón", reconocía Alberto Melón, el entrenador.

También las piscinas exteriores del Grupo Covadonga volvieron a aceptar bañistas tanto en Las Mestas como en Mareo. Las segundas alcanzaron el máximo de reservas en horario de tarde. Es decir, registraron el lleno en lo que términos que requiere la nueva normalidad. A saber: 160 personas. Solo unas pocas tuvieron derecho a bañarse. Las que había reservado con cita previa. Era el caso de las pequeñas Sofía y Elena Bolaños, a las que el cielo encapotado que tuvo ayer Gijón durante buena parte de la tarde -y la nada agradable brisa que soplaba por Mareo- no las impidió disfrutar del primer chapuzón del año. "Al principio estaba fría, pero una vez que nadas, ya te acostumbras", aseveraron las dos jóvenes, de 10 y 13 años respectivamente.

El avance hacia la nueva normalidad se percibe también en los detalles. Por ejemplo, la finca estaba cercada por unas tiras amarillas, que, como si fueran las cuerdas de un cuadrilátero de boxeo, determinaban el área que debía ocupar cada socio para mantener la distancia de seguridad.

Dentro de uno de estos cuadriláteros imaginarios tomaban el sol, o mejor dicho, lo intentaban tomar Sara Mella y Carlos Busto, dos longevos socios que el varón afirmó poseer el carnet grupista desde hace 40 años. "Llevábamos sin venir desde el verano. Se echaba de menos, la pena, que se nos fue el sol", relataba Mella, que recostada sobre una tumbona con un pareo y la camisa puesta, tenía poco ánimo de tostarse.

También abrió ayer el pabellón de El Llano-Contrueces, la sala de tiro con arco de La Camocha y la Casa del Deporte de El Llano. La jornada no fue de las más activas. Sobre todo en el Palacio de los Deportes, donde en horario matutino tan solo hubo una reserva. Fue la que realizó un federado de billar para ir entrenar. Ya de tarde, el sonido del balón de baloncesto botado por las infantiles del Fodeba animó el día en el que el sol huidizo de la tarde chafó mínimamente la fiesta de los socios grupistas en la vuelta a las piscinas exteriores de Las Mestas y Mareo tras el confinamiento.

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