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Las prendas ecológicas están de moda

Dos emprendedoras gijonesas lideran unos innovadores proyectos de diseño de ropa reciclada y respetuosa con el medio ambiente

Elvira Pesquera, en su taller.

Ya desde mucho antes de la crisis del covid-19 se venía fraguando una corriente de la moda cada vez más sostenible, que en las actuales circunstancias económicas no han hecho más que apuntalar. Moda responsable, basada en líneas sencillas y con la utilización de materiales reciclados y ecológicos son las premisas con las que dos gijonesas han puesto en marcha sus proyectos de diseño, que acaban de ser admitidos en las residencias de Laboral Impulsa para desarrollar sus marcas durante un año a partir de este mes de junio.

En el caso de Diana Álvarez, estos días trabaja para la puesta en marcha de su proyecto "Forestic", después de dos años de investigación sobre fabricación aditiva y nuevos materiales en el MediaLab de la Universidad. Periodista de formación, la gijonesa trata ahora de desarrollar una marca de moda que apuesta por la creación de prendas "desmontables, con piezas intercambiables y biodegradables".

El complejo momento actual puede ser una buena oportunidad, reflexiona la diseñadora, para acometer una fabricación con el mínimo de materiales, que genere la menor huella posible en la naturaleza y que permita crear cada vez más consciencia sobre lo que se viste y cómo se viste. Una reducción de la contaminación en una industria que, además, busca "un diseño unisex, de líneas sencillas y lo más atemporal posible", para que además de utilizar tejidos elaborados con material plástico reciclado, cada prenda de ropa tenga muchas vidas y no le afecte el cambio de modas cada pocos meses.

"Ahora mismo tenemos que echar a andar, con estos meses de parón no ha sido posible avanzar demasiado así que en las próximas semanas iré definiendo el proyecto y adaptándolo a la nueva realidad", explica Martínez, convencida de que su planteamiento se ajusta mejor que nunca a las nuevas demandas de un mercado llamado a reinventarse.

En la misma línea trabaja la también gijonesa Elvira Pesquera, artífice junto con una socia en Galicia de la marca "Nael Swimwear". Una firma de moda de baño sostenible, que parte de la elaboración de tejidos de poliéster para estas prendas utilizando residuos plásticos recogidos de mares y playas. El proyecto ya está avanzado y de hecho esperan poder tener una tanda de prendas de baño fabricadas a finales de este mes para su venta online, y la intención es la de "poder trasladar la producción completa a Asturias", dado que ahora mismo el proceso se lleva a cabo en Galicia, explica.

Pesquera, abogada y economista, llevaba 18 años fuera de Asturias, trabajando para Inditex desde Shanghái en la última etapa, pero a finales del año pasado decidió poner en marcha su propio proyecto innovador y vinculado al sector de la moda desde Asturias. Tal y como explica, el diseño de ropa de baño surgió "por una necesidad personal, porque me costaba encontrar prendas que me gustaran, que fueran sostenibles y que por ello no fueran carísimas, porque hasta ahora las prendas que puedes encontrar de este estilo entran dentro del rango de precios de productos que son de lujo".

Este deseo, unido al de emprender como forma de crecimiento personal para "disponer de todo mi tiempo" la han llevado a poner en marcha una empresa que aspira a ser "lo más local posible, con Gijón como eje". De momento, es la primera de España que transforma plásticos recogidos del mar en España, pero su intención es "llegar a producir el tejido con residuos rescatados específicamente del Cantábrico, para que todo el proceso esté lo más apegado posible a la tierra", con la Laboral como centro de operaciones para innovar e investigar durante el próximo año. Y todo ello, para elaborar unos bikinis que "siguen las últimas tendencias de la moda, pero con el plus de ser sostenibles".

Un negocio con todas las de ganar, especialmente para la conservación del medio ambiente, una tendencia que no ha parado crecer y que ahora se consolida en Gijón.

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