Los pescaderos y hosteleros que asistieron ayer a la subasta de las 71 primeras cajas de bonito en El Musel, celebrada en la lonja, bromeaban con la posibilidad de no llegar a tiempo para abrir sus negocios. La primera puja, que partió de un precio inicial de 25 euros, se demoró unos minutos. Pero ya pasadas las siete de la mañana, Celso Sánchez, el gerente de la pescadería "El Kiku" de Tazones, paró la máquina llevándose la primera tina de 119 kilos, a 14,03 euros el kilo. Poco después, Alimerka "pulsó el botón" y se llevó las 70 tinas restantes. En total, 9.552 kilos del rey del verano del Norte, a 12,96 euros el kilo. "Lo distribuiremos en los restaurante que trabajamos. Muchos no han podido abrir aún por el virus", lamentó Celso Sánchez.

En la ajetreada mañana en el muelle de Rendiello de El Musel, Juan Carlos Suárez, el patrón del "María Digna Dos", el buque que introdujo los primeros 10.000 kilos de bonito en la lonja gijonesa, desprendía felicidad. El patrón del barco hizo una señal de victoria a su tripulación, presente durante toda la puja, cuando Armando Prendes, el responsable de las pescaderías de Alimerka, se llevó sus 70 cajas. Antes, cuando pujó Celso, también se mostró satisfecho por el precio al que se vendió el producto.

"Nunca he salido tan contento como hoy -por ayer-. Esperaba vender el kilo a nueve euros", apuntó. Las capturas las realizaron a unas 700 millas de la costa del Cabo Peñas, en el entorno de las Azores. La tripulación del barco, la mayoría procedente de Bermeo (País Vasco), también disfrutó de la subasta. El "equipo" del "María Digna Dos" lo componen Teófilo Alcántara, maquinista; Humberto Ramírez, neverero; Gaizka Fuente, contramaestre; Gaizka Léniz, cocinero y al que el resto apodan con cariño como "la madre del barco"; Iván Iturraspe, marinero, además de García Suárez, el patrón.

La subasta estuvo marcada también por el virus. Como exige la norma, los compradores y trabajadores acudieron con mascarilla. Con la puja de ayer, "El Kiku" logró por octavo año en su historia comprar el primer bonito de Gijón. Una estrategia que Celso Sánchez fundamentó en criterios prácticos. "El primer bonito es el último que se pesca, así que su calidad es mejor", dijo. Sánchez acumula 35 años de experiencia en su negocio, que empezó su padre antes que él y antes sus abuelos. "Es un orgullo. Trabajamos con algunos cocineros como Nacho o Esther Manzano", añadió.

"Se augura una campaña bastante buena, por lo que dicen los marineros", pronosticó Armando Prendes Tuñón, de Alimerka. La cadena de supermercados compró la primera tina (caja) que salió a subasta en la rula de Avilés -108 kilos de peces del "Esmeralda Tercero", de Fidel Álvarez Garaot- a 350.60 euros a principios de semana. "Lo de hoy, -por ayer- no tiene que ver con lo de Avilés, que es más tradición", expresó Prendes Tuñón. Cantábrico se llevó 420 kilos a 10,19 euros de bonito recortado y la Pescadería "Rosi" de Luanco (Gozón) adquirió 431 kilos de bonita a 6,18 euros el kilo.