"Dice bastante que cuatro personas lleven más de 20 días sin comer porque una empresa se niega a regularizar siete contratos". Así resumió Rubén Martínez, portavoz de los manifestantes en huelga de hambre de la EBHI, el motivo por el que ayer él y otro más de medio millar de personas marcharon una vez más por el centro de Gijón en busca de una mejora laboral "lógica". "No queremos que nos suban el sueldo; solo los siete contratos fijos que se nos había prometido. Esto ha llegado muy lejos", lamentó Borja Nava, trabajador en la empresa y otros de los participantes en la manifestación.

A través del comité de empresa, el sector inició este martes una huelga indefinida para apoyar a los cuatro compañeros en huelga de hambre desde el 13 de mayo después de varias semanas de protestas y reuniones fallidas con la empresa, pero ayer la desconvocaron tras ser alertados por la empresa de que, viendo los actos vandálicos de las primeras horas de huelga, la situación debía calmarse. Como los destrozos en la terminal "no tiene nada que ver con el comité", según los propios sindicalistas, la huelga se anula como señal "de buena fe", pero la huelga de hambre de los cuatro compañeros continua. "No imaginábamos tener que llegar hasta aquí, pero nos obligan. La protesta es justa y no supone ningún perjuicio a la empresa. Que hayan dejado que esto dure tanto es inaudito", razonó Martínez, que también es quien contacta a diario con los cuatro huelguistas atrincherados en la sala del comité de la sede empresarial y actúa como portavoz. Aseguró que "los cuatro están bien, con algún mareo, pero mucho mejor de lo esperado", y que aunque todos han perdido bastante peso, "siguen fuertes". La marcha de ayer comenzó en El Humedal y recorrió varias calles céntricas hasta el Ayuntamiento.

Aunque también esperan poder dar marcha atrás a un ERTE "impuesto unilateralmente" que les obliga a quedarse en casa en jornadas sin barcos cobrando un 55% de su jornada hasta el término de 2021 (un plazo que consideran "exagerado"), su única petición actualmente es que los siete contratos eventuales de empleados que entraron a trabajar por la jubilación de otros compañeros puedan pasar a ser indefinidos. "Fue una medida que se firmó en 2017, ni siquiera es nuevo, pero ahora se niegan a cumplirla. Somos 130 trabajadores en plantilla. ¿De verdad tenemos que llegar a esto?", sentenció Martínez.