José Carlos Fernández Sarasola, portavoz municipal de Ciudadanos desde 2015, es uno de los pocos repetidores de la anterior Corporación. Claro que no es lo mismo seguir la vida municipal desde la esquina asignada al único miembro del último partido, como ocurría antes, que de líder del primer grupo municipal de la oposición, su condición actual.
- ¿Qué balance hace de este primer año de una Corporación llena de cambios?
-Hemos pasado a ser siete grupos y a que haya que sentarse y hablar mucho porque, aunque el PSOE tenga once concejales, doce con IU en el gobierno, no tiene la mayoría: le faltan tres votos. Para nosotros el cambio fue muy importante, al pasar de contar muy poco a tener más peso. Hay más capacidad de negociar; aunque no se haya visto mucho.
- ¿Cómo ve la acción de gobierno?
-Rara por las circunstancias. En la primera parte, antes del coronavirus, fueron buenas palabras y muchos anuncios. Todo muy bonito, pero la realidad es que acciones, muy poquitas. No hemos visto que hayan ejecutado nada de lo que tanto hablaron. Está ese famoso plan de barrios del que no se hizo prácticamente nada. O Tabacalera, que al final se ha quedado sin dinero. Muchos anuncios, algunas veces muy ideologizados, y sin hablar con nadie: ni con los grupos políticos ni con los vecinos.
- Explique eso de ideologizados.
-Un ejemplo fue que la Alcaldesa dijera que el feminismo era un tema solamente para la izquierda. Cuando hablamos de igualdad nadie habla de igualdad de izquierdas o de derechas: igualdad es igualdad. No es un tema que tenga que estar ideologizado. También la movilidad parece que tiene base ideológica. Yo no se si la gente que tiene un pensamiento político u otro se mueve de manera diferente por la ciudad. Y el ejemplo más extremo fue lo que pasó con la Universidad Laboral, ideologizando un edificio del que todos los gijoneses nos sentimos orgullosos más allá de la historia que tenga. Es un símbolo de Gijón. ¡La polvareda que se generó para que luego el gobierno local tuviera que rectificar e ir a una declaración institucional a propuesta nuestra!
- ¿Ha actuado bien el Ayuntamiento ante la crisis del coronavirus?
-En muchos casos creo que ha actuado bien. Ha tomado decisiones rápidas y con más comunicación que antes. Se comentaron las cosas con nosotros (por la oposición) y se nos dio la posibilidad de opinar. Se tomaron decisiones por un lado valientes y por otra lógicas, como quitar el IBI diferenciado, quitar tasas, lo que se hizo en Emtusa... Cosas que creo que había que hacer y por eso contaron con nuestro apoyo. Desde el principio ofrecimos diálogo. Es el momento de que todos los grupos estemos juntos y empujemos para sacar a la ciudad, no de la crisis sanitaria que no es nuestra competencia, sino de la económica. Sí, se podían haber hecho cosas mejor pero, en términos generales, la reacción del gobierno local fue la correcta.
- Esas ayudas directas decididas en el pacto de concertación, ¿son el camino? ¿Debe asumirlas el Ayuntamiento?
-El Ayuntamiento tiene un papel importante porque es la última administración al lado del ciudadano. La que mejor conoce el tejido económico y social de la ciudad y puede hacer que las ayudas sean más eficaces. No veo mal que se ayude y sobre todo a quien lo está pasando peor: autónomos, pymes, mucha gente que está en los ERTE... Hay que ayudar al tejido económico local para levantar la economía. Si la gente no empieza a consumir la crisis se agudizará muchísimo. Todo lo que el ayuntamiento pueda aliviar, bienvenido sea.
- Pero el Ayuntamiento también tiene su propia crisis con más gastos, menos ingresos, el temor a un nuevo incumplimiento de la regla de gasto...
-Lo evidente es que el presupuesto que se aprobó para 2020 no sirve. Hay que reprogramar ese presupuesto para dedicar el dinero a lo que de verdad se necesita. Por otro lado, seguiremos presionando para que se flexibilice la regla de gasto, se pueda usar el superávit y ese remanente que estamos utilizando se pueda utilizar del todo. ¿Que es un tema complicado de equilibrio presupuestario? Sí. Pero también es verdad que si no se mueve la economía no hay impuestos que reviertan en el Ayuntamiento. Si la economía se hunde definitivamente, los ingresos del Ayuntamiento se hundirán definitivamente.
- Moreda o Museo del Ferrocarril para la estación. ¿Ciudadanos lo tiene claro?
-No, sinceramente. Lo hemos dicho desde el principio, falta información. Seguimos dándole vueltas a la famosa declaración de impacto ambiental de Moreda porque no tenemos claro que tenga vigencia o que no haya que actualizarla después de 14 años donde cambió la legislación, la tecnología, todo. Cuanto tengamos toda la información tomaremos la decisión oportuna. Lo que tenemos claro es que se tiene que hacer ya. Una solución u otra pero ya. Según el estudio informativo las dos son viables y los gijoneses estamos cansados de buenas palabras y muchos convenios y consensos pero no ver nada. Absolutamente nada. Espero que la decisión que se tome sea por consenso y que en un plazo corto, dentro de esta misma legislatura, veamos que algo empieza a construirse, a moverse tierra... Algo que la gente pueda ver, que se pueda tocar.
- Se supone que consenso ya había y todo estaba claro.
-Sinceramente, cuando vino el ministro Ábalos no lo vimos claro nadie. Nos dejó cierta intranquilidad que dijera que la ubicación iba a depender del estudio informativo. Cuando dejan caer la coletilla del depende de... Dejaron abierta esa posibilidad y parece que la posibilidad se ha materializado. El debate se abrió porque la información llegó como llegó y porque no se habló con los vecinos. Yo lo dije desde el principio: el consenso no es solo político sino social. Queremos que vuelva ese consenso y para eso hace falta información y absoluta claridad en los datos. Nos dicen que la declaración de impacto sirve porque lo pone el BOE. El BOE no pone exactamente que no haya caducado y por eso hace falta un informe jurídico que lo diga. Ellos (por el gobierno) se basan en que hay cierta inmediatez en la opción de Moreda por esto. Si la declaración ha caducado las dos opciones siguen en la mesa porque el plazo es el mismo.
- ¿El sobrecoste en el pozo de Hermanos Castro es otro ejemplo de que Gijón nunca acierta en el saneamiento?
-Toda obra, y más si requiere hacer un agujero en el suelo, es problemática y tiene un margen de incertidumbre por muchos estudios que hagas. Que hubiera un sobrecoste entraba dentro de las posibilidades. Como concejal y consejero de la EMA, antes y ahora, lo que me molesta es sentirme engañado. Hubo consejos donde se nos podía haber dicho y se habló de pequeñas modificaciones, que de pequeñas tenían bien poquito porque son tres millones. Si el proyecto tenía sobrecostes lo normal es que nos informarán. No me sirve que un año después nos digan que hay un sobrecoste enorme, que lo sabían antes y que nadie nos dijo nada. El proyecto debe seguir adelante porque es vital para lo que pase con el Piles y con la playa. No se puede parar. Esa comisión de investigación que pedimos debe aclarar que ha pasado y espero que sirva para que esas cosas no vuelvan a pasar por enésima vez.
- Ya es curioso que la comisión sea apoyada por gobierno y oposición, ¿quién investiga a quién?
-Hemos visto tirarse piedras al anterior gobierno y el actual, por eso se hace más necesaria esa comisión. Hace falta transparencia. ¿Qué información se tenía y en base a ella que decisiones se tomaron? Parece ser que ninguna.
- ¿Qué gusta y qué no gusta a Ciudadanos de lo hecho en movilidad?
-Lo que no le gusta a Ciudadanos es cómo se han tomado las decisiones. En la anterior legislatura se creó el Foro de Movilidad y se hizo un plan integral, mejor o peor, pero con cierto consenso. Ahora se toman constantemente decisiones de movilidad sin consultar con nadie. Ni la oposición, ni vecinos, ni el Foro. Hay medidas que te pueden gustar más o menos pero lo mejor es consensuarlas y hasta ahora consensuadas, ninguna. Baste ver que tenemos una ordenanza para sacar que ha tenido 23.000 firmas en contra. Da a entender que la gente de Gijón no está muy de acuerdo.
