Tras casi tres décadas vinculado a un centro sanitario del que siempre creyó que debía expandir su actividad y orientarse hacia el servicio público, Romualdo Trancho, presidente del patronato de la Fundación Hospital de Jove, falleció ayer a los 80 años tras una larga enfermedad. En Gijón destacó por el especial impulso que siempre quiso darle al hospital concertado, convirtiéndose, según aclaran sus compañeros de trabajo, en el "padrino" de investigadores como Francisco Vizoso. Pero también por su gestión al frente de la empresa municipal de cementerios Cegisa, cuya gerencia había abandonado hace apenas unos meses, estando ya enfermo, y dejar así paso a Mónica García. Será despedido hoy en Carreño, de donde era original su familia.

"Fue un hombre que sintió un gran amor por su mujer, por sus hijos y por sus nietos, también por Gijón y por el Sporting, que siempre los quiso mucho; fue una persona amable y cariñosa que siempre tenía un momento para ayudar a la familia o a sus amigos". Con estas palabras recordaba ayer Romualdo Trancho Bayón a su padre justo al inicio del velatorio celebrado en el Tanatorio de Cabueñes. "Ha sido un orgullo tenerlo de padre, una persona creyente que se ha ido con mucha paz para despedirse", expresó. Con palabras similares quiso recordarle Blanca Trancho García, hermana del fallecido: "Todo lo que tocaba lo hacía fácil, era una persona muy especial. Fue un ejemplo como padre y hermano, un gran trabajador, profesional, exigente, dialogante y respetuoso con todo el mundo". El fallecido estaba casado con Ana Bayón Ávila, con la que fue padre de tres hijos: Ana, Romualdo y Luis.

La muerte de Trancho provocó ayer a un aluvión de condolencias en el sector sanitario y político. Uno de los que mejor le recuerda es Faustino Blanco, secretario general de Sanidad. "Tengo un aprecio personal muy grande; porque tuve relación con él desde prácticamente los años 80, cuando el hospital pasó a estar vinculado al sistema público sanitario asturiano. Como presidente siempre hemos mantenido una relación sostenida y amable, muy amable", aseguró. Entre ambos acabó surgiendo una amistad más íntima por una cuestión de colores. "Los dos somos muy aficionados al fútbol y, lógicamente, del Sporting. Siempre nos veíamos en los partidos. Guardo un aprecio muy especial y personal tanto de él como de su mujer", añadió Blanco, que incidió también en que la vinculación de Jove a la red pública fue "un apuesta conjunta y compartida" por los dos: "Puso la organización al servicio del interés general. Entendió que la entidad, pese a ser privada pero si ánimo de lucro, debía tener un papel predominante de servicio público. Él lo puso en valor".

Las dos últimas alcaldesas de la ciudad, Carmen Moriyón y Paz Fernández Felgueroso, tuvieron también contacto estrecho con Trancho, que al margen del Hospital de Jove fue gerente de Cegisa, la empresa municipal que gestiona los cementerios. Ambas se mostraron ayer muy apenadas por el fallecimiento. "Tuve la suerte de conocerle a lo largo de ocho años; percibí su buen talante, una profesionalidad admirable y, por encima de todo, de servicio público", aseguró Moriyón. Fernández Felgueroso, a quien la noticia le pilló "totalmente por sorpresa", tampoco pudo decir otra cosa que halagos. "Lo siento muchísimo. Hizo una formidable transformación de los cementerios desde Cegisa, pero yo le conocía especialmente por Jove y puedo decir que era muy eficaz y eficiente, muy responsable. Desde ambas entidades demostró ser serio y riguroso", completó.

La actual gerente de Cegisa, Mónica García, le recordó con estas palabras: "Era muy humano, esa es la palabra que mejor lo define. Era un gran trabajador y mejor persona; sabía escuchar y siempre tenía cinco minutos para ti. Era el primer en sentarse conmigo a ayudar; fue un trabajador incansable". Y la ahora alcaldesa Ana González, con estas: "Era un hombre de fuertes compromisos como demostró con el Hospital de Jove y su Fundación. Un hombre afable y franco".

"Una noticia demoledora"

Para Fernando Landa, vicepresidente del Patronato, la de ayer fue "una noticia demoledora". "Es una perdida terrible no solo para los que nos considerábamos sus amigos, sino para la Fundación Hospital de Jove, que presidía, y para Gijón, pues era un hombre enormemente trabajador, capaz, honrado, desinteresado y volcado con entusiasmo en todo lo que acometía", aseguró el responsable, que adelantó: "Me atrevo a decir que era un hombre de los que ya no hay. Su ausencia será difícilmente superada".

Dentro del mismo hospital, fueron varios los compañeros que se sumaron a los mensajes de cariño. La primera, Laura Díaz, actual gerente: "El Hospital de Jove y yo misma le recordaremos siempre por su dedicación, apoyo y cariño incondicional; fue un gran hombre". Pero también su directora médica, Begoña Álvarez, que le recuerda como "un gran profesional", y el anterior gerente del centro, José Luis San Miguel, para quien el fallecido "fue el artífice del gran desarrollo del hospital".

Desde el servicio de Salud, la directora gerente Concepción Saavedra le considera "uno de los pilares" sobre el que creció Jove y Manuel Bayona, gerente del área sanitaria V de Gijón, aseguró compartir "una misma vocación por una atención sanitaria pública y de calidad".

Romualdo Trancho era ingeniero industrial de formación y antes de volcarse en el mundo sanitario, lo suyo fue el negocio del motor. Fue director general de Piaggio en España (la fábrica de Vespa), donde estuvo 12 años, tras criarse con un gran amante de las motos, su padre, que trabajó en la anterior fábrica de Avello, hoy Suzuki. A Jove entró casi de la mano de Eusebio López Mosquera, probablemente aun hoy en día el facultativo más ilustre del centro. "Yo recuerdo estar mucho con su familia, mi padre y él tenían muy buena relación. Se da la circunstancia de que en una semana también será el aniversario de la muerte de mi padre y, aunque era bastante más mayor que Romualdo, sí creo que sus referencias sirvieron para que en su momento él acabase de presidente. De Romualdo solo escuché cosas buenas", completó el hijo del cirujano, también médico, Eusebio Mosquera. Trancho será despedido hoy en la iglesia de la parroquia de su familia, Santa María de Prendes, en Carreño, a las 13.00 horas.