Las nubes y, por momentos, la lluvia, aguó el estreno ayer del equipo de controladores de acceso a las playas urbanas de Gijón, un grupo de 37 personas que velarán por el cumplimiento de las distancias de seguridad de los usuarios en los arenales urbanos, separados en parcelas y con dedicación exclusiva para baños, paseos por la orilla y tomar el sol. Esta "nueva normalidad" en San Lorenzo, El Arbeyal y Poniente -se mantendrá durante todo el verano, incluso a partir de que termine el estado de alarma- contará con la ayuda de una plataforma web (www.gijon.es/aforoplayas) en la que todos los gijoneses y turistas podrán ver en cada momento la afluencia de bañistas en cada zona para lograr una ubicación, y también revelará el número máximo de personas permitidas en cada sector dependiendo de las pleamares y bajamares, especialmente pronunciadas en San Lorenzo. Eso sí, para mantener esa seguridad de dos metros, la alcaldesa, Ana González, apela a la "responsabilidad" de los gijoneses. "Necesitamos la colaboración de todos, mantener la distancia es de vital importancia", afirmó.

Los controladores, algunos personal de la plantilla de Serenos Gijón y otros nuevos contratados, estarán activos de once de la mañana a siete de la tarde en todas las playas (los socorristas se mantendrán de 10 a 21.00 horas en San Lorenzo; y de 12 a 20.00 horas en Poniente y El Arbeyal). Los accesos a los arenales estarán divididos por entrada y salida y en cada punto habrá un controlador -más cuatro "acomodadores en la arena"- "para contar las personas que entran y salen en cada momento e incluir esos datos en la plataforma", explican desde Serenos. De esta forma, en la playa de San Lorenzo se entrará exclusivamente por las escaleras 4 (la Escalerona), 8, 12, 14 y 16, mientras que las salidas serán solo por las escaleras 2, 7, 11, 13 y 16. Esta última será la única de entrada y salida. El resto de escaleras estarán cerradas.

La playa de San Lorenzo estará dividida en diez sectores, incluido el Tostaderu, cuando haya bajamar, lo que permitiría un aforo total de 24.555 personas. En ese caso, se habilitará un pasillo de entre seis y diez metros pegado al muro que servirá para el acceso y otro pasillo en la orilla reservado para pasear y con las mismas dimensiones. Además, entre parcelas, habrá pasillos -desde la escalera hasta la orilla- para facilitar la llegada a la ubicación de cada uno. Esos pasillos irán en un sentido u otro dependiendo de la escalera de la que partan.

Las parcelas, delimitadas físicamente cuando sea posible con cintas en el suelo, se verán notablemente mermadas con la pleamar. Solo del sector 6 (escalera 11) al 9 tendrán sitio, lo que reduce la capacidad de San Lorenzo a 2.270 personas. Como novedad, y por razones obvias, no estará permitido el uso de las escaleras -ni las abiertas ni las cerradas- para tomar el sol. Tampoco se podrá realizar actividades deportivas -ni jugar a la pelota ni con las palas- entre las 10 y 20 horas ni habrá juguetes acuáticos, a excepción de las escuelas de surf, que tendrán zona propia habilitada. Al tiempo, se recomienda no utilizar las duchas ni lavaderos de pies y en el caso de hacerlo habrá que desinfectarse las manos con hidroalcohol. Se recomienda también que la estancia en la playa no exceda de las dos horas. "Esto se mantendrá todo el verano porque desde el Ayuntamiento tenemos una responsabilidad con la salud; el covid sigue ahí y puede darnos un zarpazo en cualquier momento como ya hemos visto. Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido, ha sido complejo y ahora necesitamos la buena colaboración de todos", reflexionó Ana González. "Pocas ciudades tendrán un control como el de Gijón", añadió Lara Martínez, gerente de Divertia.

En la playa de Poniente la entrada se reserva a las escaleras 3, 5, 7 y 9 mientras que las salidas serán por la 2, 4, 6 y 8. En este arenal de la zona oeste volverá el servicio para personas con minusvalía como todos los veranos. En este caso serán siete las parcelas, con el mismo reparto, y una capacidad para albergar a 6.151 personas en bajamar y a 4.181 personas en pleamar. Siete controladores velarán por la seguridad en la zona.

Críticas de Vox

Críticas de VoxPor último, en El Arbeyal se entrará por la 2 y la 4 y se saldrá por la 3 y la 5. Habrá cinco sectores y una capacidad de 2.626 personas en bajamar y de 1.562 en pleamar. Habrá repartidos cinco controladores por el arenal. Tanto en Poniente como en El Arbeyal sirven las mismas recomendaciones y normas de obligado cumplimiento que en el caso de San Lorenzo. "Queremos que la ciudadanía esté en las playas de forma segura y que se sientan acogidas; no se trata de impedir que la gente vaya a la playa, si no de que lo haga con seguridad, pero también con responsabilidad", explicó Lorenzo Pañeda, de Serenos Gijón, que realizó más de cien entrevistas para la elección de todos los controladores, muchos veteranos del turno de noche.

Este nuevo sistema cuenta con las críticas de Vox, que ve "una irresponsabilidad que el Ayuntamiento no haya contado con las empresas de seguridad privada para controlar el aforo". "Los acomodadores no tienen potestad para prohibir el acceso a una pública; se va a derrochar más de un cuarto de millón en un servicio ineficaz", afeó ayer el portavoz, Eladio de la Concha.