Elaborar un documento conjunto de protesta para recoger firmas en el barrio, un calendario de manifestaciones y hasta una marcha en coche que bloquee el acceso al barrio en la Semana Grande. Estas son algunas de las propuestas consensuadas ayer por los vecinos de Cimadevilla, que habían sido convocados por su asociación para estudiar cómo abordar el "cierre impuesto del barrio" tras la peatonalización de Claudio Alvargonzález y el tránsito de las Ballenas, que permite la salida de residentes solo de lunes a viernes y excepto entre las 18.00 y las 2.00 horas. De momento, ya se han aprobado tres medidas: poner en marcha de inmediato la recogida de firmas, celebrar una primera concentración de protesta el jueves que viene y crear un grupo de trabajo para recoger en las próximas semanas nuevas peticiones que puedan mejorar la movilidad en el barrio.

La convocatoria de ayer congregó a más de medio centenar de residentes, y todos vieron necesario "meter presión" con concentraciones que tendrían que celebrarse también "en zonas molestas", como frente al edificio consistorial. Las críticas, más allá de que el corte en los accesos limita su circulación en coche, es que el barrio no se cree que la medida sea provisional. "Si lo dejamos correr no extrañaría que en septiembre nos cierren algún tramo de forma definitiva. Como cambiaron el sentido de varias calles, tendrán la excusa perfecta al decir que el tráfico es muy bajo", lamentó Sergio Álvarez, presidente vecinal.

Otro problema común pendiente de debatir es el "lío" con las tarjetas de residentes, porque según los vecinos hay gente de fuera que aparca en Cimadevilla con permisos "prestados" o antiguos. "En caso de que los accesos y los aparcamientos sean solo para nosotros, habría que actualizar ese censo", solicitaron. La concentración del jueves que vine será en la Casa del Chino, a las 20.00 horas, y en los próximos días se decidirá si la protesta incluye una caminata por el barrio.