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Las escaleras de San Lorenzo, adaptadas al verano de los aforos

La colocación de la cartelería que informa del uso de cada acceso culmina el proceso de regulación

Un peatón, ante un cartel con las normas de uso de la playa. Abajo, una operaria de Emulsa, junto a uno de los carteles de salida. J. R.

Como en los locales comerciales y los centros de trabajo, San Lorenzo, el principal arenal de la ciudad, luce desde ayer en sus escaleras carteles de entrada y salida para organizar el tránsito de bañistas y garantizar su seguridad esta temporada de verano, una de las medidas aprobadas por el Ayuntamiento para el control de aforos contra el coronavirus. A la playa sólo se podrá acceder a partir de ahora por las escaleras 4, 8, 12 y 14 mientras que para salir se utilizarán las escaleras 2, 7, 11 y 13. El resto estarán cerradas, salvo la 16, que se ha habilitado como entrada y salida a la playa.

La colocación de las señales para orientar a los bañistas es el último paso en una desescalada gradual de las playas gijonesas que se inició con el arranque de la temporada de baños de forma oficial el pasado 30 de mayo con aforos limitados. El 1 de junio se puso en marcha un servicio de salvamento integrado por 24 socorristas, nueve lancheros y seis auxiliares de playa y finalmente se dispuso la presencia en tres arenales urbanos de treinta personas que conforman el nuevo servicio de control de aforos y acomodación. Son trabajadores de la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social (Asata) -la empresa que gestiona el servicio de Serenos- quienes regulan desde este lunes esas entradas y salidas en la zona de arena para evitar aglomeraciones y que la visita a San Lorenzo discurra sin problemas.

Por su parte, los socorristas de las playas gijonesas cubrirán el mismo horario de todos los años en los arenales urbanos. De esta forma, estarán de diez de la mañana a nueve de la noche en la playa de San Lorenzo y de doce del mediodía a ocho de la tarde en las de Poniente y El Arbeyal. La norma impone un perímetro de seguridad de dos metros entre los objetos personales de cada bañista excepto en el caso de convivientes, y la vigilancia de los aforos se realizará mediante una plataforma informática creada por CTIC, que aunará la introducción de datos manuales por parte de los controladores en tiempo real con la inteligencia artificial. Será accesible a todos los interesados.

Entre las medidas previstas de forma complementaria para garantizar la seguridad, figuran la posibilidad de cerrar el arenal en las horas de pleamar para tomar el sol, permitiendo solo el acceso para el baño.

Igualmente, se han eliminado las icónicas casetas de colores del principal arenal gijonés, aunque sí que permanecerá el servicio de tumbonas, que han de ser desinfectadas después de cada uso. También se impondrán horarios -aquellos de menos ocupación, como a primera hora de la mañana o a última de la tarde- para la práctica de deportes. Las escuelas de surf podrán seguir operando. Son las medidas de la nueva normalidad, que siguen avanzando hacia un verano de restricciones en favor de la seguridad.

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