El nombre de Tenneco en Gijón evoca la amplia movilización ciudadana que permitió torcer la decisión de cerrar la fábrica del alto de Pumarín, que el 5 de septiembre de 2013 había anunciado la multinacional estadounidense, con el despido de los 280 trabajadores que tenía por entonces.

Después de un encierro de meses en la factoría, sentencias judiciales que paralizaron el traslado de maquinaria, una manifestación por las calles de Gijón que congregó a 10.000 personas, el respaldo de todas las fuerzas vivas de Asturias, incluyendo a políticos de todos los colores, de las administraciones y, en especial, la intervención del entonces comisario europeo Antonio Tajani, lograron que la compañía estadounidense cambiase su decisión inicial por la de buscar un comprador para la empresa.

Fue una lucha épica que se saldó con la prejubilación de una parte de la plantilla y el mantenimiento del resto de los puestos de trabajo tras la venta de la factoría, en marzo de 2016 a Quantum Capital Partners. Este grupo anunció entonces que la antigua Monroe, como se la conocía en Gijón, era sólo la primera pieza para la creación de un grupo con varias fábricas auxiliares del automóvil por toda España y que el futuro de la de Gijón pasaba por una nueva linea de inyección de magnesio.

Aquellos planes acabaron menguando y en noviembre de 2019, Quantum traspasó la antigua fábrica de Tenneco, con su nueva linea de inyección de magnesio en Roces, a DSA Group. La propiedad pasaba así de un fondo de inversión alemán a un fondo de inversión de Emiratos Árabes.

Los nuevos propietarios mantuvieron al director de la factoría que había llegado con Quantum Fernando Sáez, quien está a los mandos de la antigua Tenneco desde la salida de la multinacional.

Ahora buena parte del futuro de la emblemática factoría de Gijón y el mantenimiento de sus 139 empleos vuelve a estar en manos, indirectamente, de Tenneco Automotive, pero en unas circunstancias bien distintas a las del año 2013, con un escenario de recesión económica mundial y reestructuraciones en el sector del automóvil al que no es ajena la antigua propietaria de las instalaciones.