"Una gran familia". Eso es, a ojos de productores, visitantes y organizadores, el Mercado Ecológico y Artesano de Gijón, que este fin de semana cumple 18 años. "Somos una familia, tenemos una relación de muchísimos años entre nosotros, pero también con los visitantes, que vienen exprofeso cada mes", explicaba ayer Javier Ruiz-Cuevas Montes, presidente de la Asociación. Precisamente por ello, ayer quisieron reconocer al público que les ha venido apoyando todos estos años, regalando una motocicleta eléctrica al cliente un millón.

El premio se lo llevó Luis Mezcua Cano, que quedó "abrumado" con el homenaje. También se sortearán, durante todo el fin de semana, cuatro lotes de productos artesanos valorado en 250 euros entre la gente que visita el mercado. "Queremos reconocer a gijoneses y visitantes el apoyo que tuvimos todos estos años", explica Ruiz-Cuevas, "tuvimos muchos momentos duros, pero el balance es muy positivo". Las mayores dificultades las encontraron al principio, cuando "costó arrancar y había mucha gente que no tenía mucha fe en el proyecto". Pero ahora, con la mayoría de edad, el mercado "vive un momento dulce".

En palabras de Joaquín Sánchez, uno de los productores que llevan en la asociación desde el principio. "El mejor recuerdo de estos años son los compañeros y los clientes, que los hay muy fieles. Después de tantos años, somos una familia", explica el quesero, que recuerda las primeras ediciones del mercado, en las diferentes plazas de Cimadevilla. Entiende Sánchez que "la falta de turismo será un déficit, pero seguiremos luchando, no podemos parar ahora, es lo que sabemos hacer". Una opinión similar a la de una de las recién llegadas. Araceli Rozada asevera que "no tiene nada que ver con otros mercados más convencionales. Es un referente, es distinto, es la mejor experiencia de todas, desde el primer día te hacen sentir como una más". "Ya no concebimos esta plaza sin el mercado", enfatizó la concejala de Mercados y Consumo, Salomé Díaz Toral.