Era el primer fin de semana con controladores en la playa de San Lorenzo de Gijón y parece que se superó la prueba. El sol fue el gran protagonista a primera hora de la mañana y es por eso que muchos decidieron acudir al arenal de la ciudad para darse el que puede ser el primer chapuzón del año. A pesar de que la jornada de disfrute se torció con las nubes que cubrieron el cielo a mediodía se puede decir que por primera vez se puso a prueba durante unas horas el plan de control de los accesos de San Lorenzo. Y parece que funcionó.
Varios trabajadores de la empresa de Gijón asistieron a los bañistas indicando en que zonas de la playa se podían colocar para guardar la distancia de seguridad impuesta por el ministerio de Sanidad para evitar la propagación del coronavirus.En el arenal muchos eran los que se fijaban por primera vez en los carteles que marcaban la entrada y la salida por distintas escaleras.
La temperatura máxima registrada en el día de hoy en la ciudad, de 21,7 grados a eso de las tres de la tarde, invitaba además a darse un chapuzón.
