"Un centro de cultura muy relacionado con la gente joven, aunque no solo con la gente joven". Ni una gran pinacoteca municipal, ni un centro mulitidisciplinar a imagen y semejanza del "Matadero" madrileño. La Alcaldesa, Ana González, reveló ayer en una entrevista a este periódico, cuál va a ser el uso que tendrá el gran edificio de Tabacalera, en Cimadevilla: un centro de cultura contemporánea, con una pequeña pinacoteca y una sala de artes escénicas. Y, al tiempo, su edificio anexo, en construcción, se convertirá en el centro neurálgico del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX), acogiendo todas sus oficinas. También las de Feten. Eso sí, ni rastro de locales para la asociación vecinal "Gigia" de Cimadevilla, aunque sí espacios para uso y disfrute de la ciudadanía de Gijón. Un planteamiento refrendado por la Alcaldesa y que ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA en el pasado mes de marzo.
La idea de centralizar en el antiguo convento y fábrica de tabacos del barrio alto buena parte de las oficinas de la Fundación Municipal de Cultura, actualmente situadas en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, fue siempre la primera opción del gobierno local, que a las primeras de cambio desechó las ideas foristas del mandato de Carmen Moriyón. De esta forma, se liberarían un puñado de metros cuadrados en este céntrico emplazamiento, que pasaría a ser utilizado como la gran pinacoteca de la ciudad, esa que Gijón tanto echa en falta, con la mayoría de sus obras guardadas en fondos, sin exponer. Un extremo, el de crear un gran museo de bellas artes gijonés, que ahora queda aparcado por la crisis sociosanitaria del coronavirus que, como confirmó ayer la Alcaldesa, hará que ese dinero reservado para realizar una renovación arquitectónica del insigne inmueble de la calle Jovellanos tenga que dedicarse "a otras cosas".
La extraordinaria situación actual no aplaza, sin embargo, el primer paso a dar. Ese es el de dotar de "vida" un edificio de Tabacalera que está cerca de ver finalizadas sus obras de adecuación, un largo trabajo arquitectónico e incluso arqueológico -se encontraron restos romanos entre sus ruinas, lo que obligó a paralizar un tiempo las obras- que ya parece vislumbrar el final.
El hecho de trasladar a Cimadevilla las oficinas del FICX y de Feten harán revivir el inmueble, como paso previo a su utilización como "centro de arte contemporáneo". La pandemia retrasó la presentación del plan de usos municipal para el edificio, previsto para el mes de marzo. Sin embargo, ahora Ana González deja las primeras pinceladas de lo que será Tabacalera en un futuro: un centro de arte contemporáneo, que atraiga a los jóvenes al mundo de la cultura, con una pequeña pinacoteca "distinta a las convencionales" que, sin embargo "no será su uso fundamental", y una parte reservada para oficinas. Un plan que, como ya adelantó González, "no se parece mucho" al que había diseñado el anterior gobierno forista.
"Es la obra sin fin"
Para Ciudadanos, principal partido de la oposición, "Tabacalera nunca fue importante para el equipo de gobierno, siempre fue una patata caliente encima de la mesa de la Alcaldía", en palabras de su portavoz, José Carlos Fernández Sarasola. Desde la formación naranja se entiende que "ya hay sobradas muestras de ello, lo intuimos en la elaboración de los presupuestos; lo vimos con los continuos retrasos en la presentación de su plan de usos y lo confirmamos ahora con el recorte" para este fin, a causa de la situación sociosanitaria actual. "Nos sentimos profundamente engañados", confirma Sarasola en lo relativo a la cultura, afeando que "el discurso de la Alcaldesa dé la importancia de la cultura para la sociedad y su plan de choque de 5 millones en esta materia ocultaban el recorte que se nos avecinaba en los grandes centros culturales de la ciudad".
Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Alberto López-Asenjo, afea que "se haya vuelto a parar el proyecto, como tantos otros de la ciudad", pidiendo a la Alcaldesa, "dejarse de revisionismos y ponerse a actuar". A estas críticas se suma también Eladio de la Concha, portavoz municipal de Vox, que tilda a Tabacalera de "la obra sin fin", afeando que, además, "su utilidad y uso no están debidamente aclarados". Por ello, remarca, "nos tememos que la inversión nunca justifique el esfuerzo económico realizado en ese edificio sino se planifica debidamente su finalidad".
