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Vauste apura sus opciones

La empresa de automoción, con 139 empleados, confía en salir del concurso de acreedores: "Disponemos de buenos mimbres"

Uno de los ocho trabajadores de Vauste en la línea de inyección de magnesio, el día de su inauguración, que tuvo lugar en octubre de 2018. MARCOS LEÓN

Los economistas aconsejan no poner todos los huevos en la misma cesta por si esta se cae; diversificar para reducir riesgos. Eso es lo que, sin mucho éxito, lleva intentando Vauste Spain desde que en 2016 adquirió la antigua fábrica de amortiguadores de Tenneco Automotive en el alto de Pumarín y que la semana pasada ha solicitado entrar en concurso voluntario de acreedores después de que Tenneco no haya renovado el contrato que venció el pasado abril y del que depende la actividad del 95% de los 139 trabajadores de la empresa gijonesa.

La dirección de Vauste ha asegurado al comité de empresa que cuenta con que Tenneco vuelva a hacer encargos y que el concurso de acreedores es la fórmula para garantizar la viabilidad de la compañía, descartando tajantemente que se vaya a ir a la liquidación.

La situación de la empresa es complicada. Vauste es una empresa auxiliar del sector de la automoción, uno de los más afectados por la contracción del consumo en una crisis global derivada de la pandemia del coronavirus, con el cierre de fábricas y ajustes laborales, como ocurre con Nissan en España o Renault en Francia.

Vauste no produce amortiguadores para ningún fabricante, sino que fabrica amortiguadores de recambio o piezas de los mismos para suministrar a Tenneco. La multinacional estadounidense sí fabrica amortiguadores que van a las cadenas de montaje de las fábricas de coches y también recambios. Si los fabricantes de coches reducen sus pedidos pueden optar por ocupar sus máquinas con la fabricación de recambios que hasta ahora subcontrataban, temen dirigentes sindicales, ante lo que consideran una incógnita que Tenneco vuelva a aportar carga de trabajo a su antigua fábrica gijonesa.

La empresa lleva años intentando consolidar clientela alternativa a Tenneco y no sólo para la fabricación de amortiguadores. Su proyecto estrella fue la apertura, en 2018 de una segunda fábrica en el polígono de Roces-Porceyo, para la fabricación de componentes de automóviles mediante inyección de magnesio. Buena parte de los cuatro millones de euros de deuda a largo plazo que acumula la empresa se deben precisamente a las inversiones que acometió para poner en marcha ese proyecto. En cuanto a los activos de la empresa en cambio, destaca la nave y terrenos que tiene en propiedad en el Alto de Pumarín, cuya venta y recalificación llegó a sopesar hace años la empresa para trasladarse a una nave en el polígono de Roces-Porceyo donde concentrar sus dos líneas de fabricación.

Para la inyección de magnesio, la empresa tiene alquilada, con opción de compra, una nave a Samoa Industrial, en la que efectuó obras para acondicionar el suelo de tal manera que pudiera soportar seis máquinas de inyección de magnesio. Sólo llegó a adquirir una, con un único turno de trabajo que da ocupación a 8 de los 139 trabajadores de la compañía gijonesa. Al igual que ocurre con los amortiguadores, Vauste hace componentes de magnesio para un único cliente, el Grupo Antolín.

Líneas de negocio

La empresa no sólo ha intentado captar más clientes en sus dos líneas de fabricación, sino que mantuvo conversaciones con Samoa para realizar trabajos para la misma en la fábrica del Alto de Pumarín.

La crisis de la empresa viene de atrás, con pérdidas de dos millones de euros y un ERTE de nueve meses en 2019. El concurso de acreedores lo presenta sin adeudar ningún salario a los trabajadores y, según dijo la empresa a los sindicatos, tampoco con Hacienda ni con la Seguridad Social y con pocas deudas con proveedores. Sus deudas son fundamentalmente financieras.

Además de la renovación del contrato con Tenneco, para el desenlace del concurso será clave saber si los acreedores aceptan las condiciones que les ha ofrecido la empresa en una propuesta anticipada de convenio. El director general de Vauste Spain, Fernando Sáez, está convencido de que así será.

Sáez agrega que "disponemos de los mimbres necesarios para salir del concurso porque tenemos, no solo capacidad para ofrecer producto de gran calidad, sino también un departamento de ingeniería de producto y proceso que nos permite dar servicios de mayor valor añadido a los clientes en ambas líneas de negocio", los amortiguadores y la inyección de magnesio.

El tiempo dirá si es suficiente para superar la situación actual, si puede continuar la actividad de la empresa y con cuanta plantilla. Los sindicatos han planteado la prórroga del ERTE que vence el próximo día 21, pero en principio no están por la labor de asumir despidos si se llegan a plantear.

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